Sastre posa junto a sus dos «peludas» adoptadas de la perrera. El objeto que ha elegido es un libro del Camí de Cavalls que representa su afición a la naturaleza y la defensa del medio ambiente. | Javier Coll

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Dio la sorpresa en las elecciones del pasado mes de diciembre. Se convirtió en la primera fuerza extraparlamentaria en España. Y en Menorca, su candidata al Senado obtuvo más votos que formaciones de larga trayectoria. Cati Sastre (Maó, 1966) repite como aspirante por el Partido Animalista (Pacma). Es una enamorada de la naturaleza, que intenta disfrutar junto a sus «peludas».

El Pacma obtuvo más votos que otras formaciones de larga implantación. ¿Cómo lo consiguieron?
— El mérito es de todas las personas que a diario trabajan aportando su granito de arena en la concienciación de nuestra sociedad en los valores en los que el Pacma se basa.

Y eso que hicieron (y repiten ahora) una campaña sin debates ni propaganda...
— Por desgracia la ley electoral y los repartos de los espacios en medios e incluso en cartelería en función al porcentaje de votos obtenidos no son nada equitativos y están enfocados a favorecer a los grandes partidos. Nuestra financiación sale exclusivamente de las cuotas y donaciones de afiliados, así que no nos podemos permitir grandes campañas. Nuestra mejor campaña es el trabajo que realizamos en defensa de los más vulnerables durante todo el año. El trabajo constante, no sólo en campaña electoral, tiene su recompensa en las urnas.

¿Qué objetivos se marcan?
— Creemos que el objetivo de conseguir representación está más cerca que lejos, de todos modos, mejorar los resultados como nos ha ocurrido siempre sería también una alegría para nosotros, lo tomamos como indicativo de que cada vez más a los ciudadanos les preocupan los derechos de los animales.

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¿Qué aspectos centran su programa?
— Nuestros pilares básicos son la defensa de los animales, el medio ambiente y la justicia social. Y los objetivos son sacrificio cero, fin de la tauromaquia y festejos populares donde se utilicen animales, fin de la caza, asegurar el sistema público de empleo, la sanidad y la educación para todos y freno al cambio climático.

En la propuesta inicial de pacto de Podemos en Balears estaba el Pacma, pero no avanzó.
— Desde Pacma consideramos que llevar la voz de los animales al estamento político representativo es primordial y nos debemos a ellos. Podemos ha dejado clara su postura de no querer prohibir la tauromaquia a nivel estatal, que nosotros consideramos imprescindible para acabar con ese referente del maltrato animal por pura diversión. Y en Balears han confluido con el partido que aniquiló a tiros las cabras de Es Vedrà y que ha escogido como destino para unas felinas un zoológico antes que un centro de rescate. No podemos siquiera plantearnos esa opción. Además, nuestros afiliados votaron a favor de ir en solitario.

Ley contra el maltrato animal. ¿Demasiado permisiva?
— Hasta que no se hayan votado las enmiendas no sabremos cómo ni cuándo ni en qué condiciones terminará por aplicarse. Desde nuestro punto de vista han quedado en el tintero muchísimos temas. Aún así consideramos que es un primer paso, lo tomamos como el principio de un arduo trabajo.

Dicen que la grandeza de un pueblo se juzga por cómo trata a sus animales.¿Cómo es la sociedad actual?
— La sensibilidad de la sociedad va claramente en aumento, pero nos encontramos todavía muy lejos de algunos países donde ya tienen diputados de sus respectivas formaciones políticas de índole animalista en sus órganos de representación.