La playa de Macarella presenta estos días esta imagen | Gemma Andreu

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Los aparcamientos ubicados en las playas vírgenes del sur de Ciutadella, es decir, Cala en Turqueta, Macarella y Son Saura, han tenido que colgar el cartel de completo a media mañana durante toda esta semana. Además, la Policía Local ha tenido que intervenir en varias ocasiones para restringir el tráfico desde la Ronda Sur, ante la avalancha de coches que querían seguir entrando. Los accesos lucen como si nos encontráramos ya en pleno mes de agosto, lo que corrobora que los turistas han llegado antes y en mayor cantidad.

Los informadores que controlan los accesos coinciden en señalar que a partir de ahora la demanda solo hará que crecer. Conseguir aparcar en Cala en Turqueta es poco más que una odisea. Además del enorme interés que despierta entre los visitantes, la zona de estacionamiento es relativamente reducida. Si se quiere encontrar sitio es obligatorio madrugar. Antes de las 9:30, los informadores suelen cerrar el camino con conos y carteles y dan la orden para que los paneles informativos cambien de «Libre» a «Completo» a la entrada del camino de Sant Joan de Missa.

Al cabo de poco rato se clausuran los dos parkings existentes en la siguiente playa, Macarella (uno de ellos sin permiso y de pago), que acogen a todos aquellos vehículos que pretendían ir a Turqueta y se han quedado sin poder estacionar.

De hecho, se da la circunstancia de que el aparcamiento privado de pago y que no dispone de licencia suele llenarse antes que el público, y eso que su capacidad es mucho mayor. La gente está dispuesta a pagar 5 euros por poder dejar el vehículo a pie de playa antes que tener que caminar unos 15 minutos. Cabe señalar que la mayoría de los que deciden aparcar en el parking irregular de Macarella desconocen su situación legal.

Colas y maniobras

Alrededor de las 11 empieza el caos en los accesos a Macarella. La estrechez de los caminos complica notablemente la circulación por ese tramo, sobre todo en horas punta. Las colas son recurrentes y maniobrar para dar media vuelta resulta complejo y peligroso, aunque obligatorio ante la imposibilidad de poder aparcar. A todo ello, la masificación de vehículos y personas en la zona incrementa el riesgo de incendio y dificulta la actuación de los servicios de emergencias en caso de que se sea necesaria una intervención.

Hay quienes se lo toman con paciencia, otros ven normal tener que hacer cola para ir a la playa, pero también los hay que se quejan. «Si lo sé no venimos», aseguraba una madre de familia tras conseguir uno de los últimos aparcamientos disponibles.

«Todos los coches que estábamos haciendo cola no cabemos aquí», aseveró, a la vez que preguntaba al informador sobre la mejor hora para poder irse y evitar encontrarse, de nuevo, en un atasco. Otros, aliviados tras dejar el coche, soltaban un «espero que valga la pena», ilusionados por conocer una de las playas más famosas y publicitadas de Menorca.

El encargado de estacionar los vehículos en el aparcamiento público debe enfrentarse diariamente a aquellos que no obedecen sus instrucciones o que se inventan aparcamientos donde no los hay. También hay quien opta por dar vueltas disimulando a la espera de que algún coche deje su puesto libre. En todo momento se tiene controlado el número de plazas vacantes que quedan para que desde el acceso principal se dejen pasar los vehículos que puedan aparcar. Son Saura suele ser la última playa en llenarse, aunque no se escapa de las aglomeraciones, sobre todo los fines de semana.

Medidas

Una vez los tres aparcamientos están completos y los paneles informativos de los accesos anuncian que no caben más vehículos, se cierra el acceso al camino de Sant Joan de Missa con un valla que el Ayuntamiento de Ciutadella ha instalado recientemente. De este modo, se disuade a los vehículos.

Sin embargo, en algunas ocasiones los conductores hacen caso omiso tanto a las señales luminosas como a la barrera. La evitan por el lateral para poder seguir su camino.

La valla la instaló el consistorio a petición de la Guardia Civil de Tráfico, cumpliendo con el protocolo establecido para garantizar la seguridad y la movilidad en los accesos. Asimismo, en los próximos días, y también a petición de la Benemérita, está previsto habilitar una pequeña rotonda delante de Sant Joan de Missa, para mejorar la circulación, puesto que es un punto de gran confluencia de coches.

Será, en todo, una actuación de poca envergadura que, según fuentes municipales, puede realizarse en un solo día. Estas son algunas de las medidas que el Ayuntamiento, en colaboración con otras administraciones y cuerpos policiales, ha tomado para mejorar los accesos a las playas y tratar de evitar el descontrol del año pasado.