Unos setenta vecinos acudieron a la reunión de este lunes, donde se expusieron las diversas propuestas | Javier Coll

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El consenso no será fácil. Y se parte de la idea de que agradar a todo el mundo será imposible. A ello hay que sumar las directrices técnicas y respetar las pocas exigencias de Ports.

En la reunión del pasado lunes, que tuvo lugar en el teatro de Fornells, y a la que asistieron unos setenta vecinos para escuchar las propuestas de Ports, ya se vislumbraron algunas discrepancias, aunque todos valoran el compromiso que ha adquirido el Govern en invertir en el puerto de Fornells.

La propuesta de instalar un varadero en la entrada del pueblo, para poder lanzar las embarcaciones al mar y dejar el del centro del muelle para los pescadores fue bien vista por los asistentes. El objetivo es evitar el tráfico de remolques por el centro de Fornells y concentrarlos en el inicio de la localidad.

Más dudas surgieron con la proyección de un nuevo pantalán de 65 metros en el interior de la dársena, que posibilitaría la creación de 45 nuevos amarres. Se tendrá que debatir si se deja el puerto con la tradicional forma de herradura o se apuesta por más puntos de atraque, que sirvan para paliar la lista de espera para un amarre en Fornells, fijada en 399 personas.

También hubo reticencias en la construcción de un restaurante por parte de Ports (con el que prevé rentabilizar las inversiones), ya que algunos restauradores consideran que podría aumentar la competencia.

Otro de las cuestiones que se debatió fue la ubicación de la gasolinera soterrada, que Ports propone que esté al final del muelle interior, donde hay un mayor dragado.