Representantes de la colonia francesa en la Isla recordaron a sus compatriotas en Niza | Javier Coll

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«Aunque estemos lejos tenemos miedo y nos sentimos muy cerca porque todos tenemos familiares allí que han estado al lado de las tragedias sufridas este último año y medio en nuestro país». Karine Lemier resumía así la sensación que invade a la colonia de franceses residente en Menorca después del último atentado que vivieron sus compatriotas el jueves en Niza, en el que fallecieron 84 personas.

Una representación de esa colonia se congregó ayer por la mañana frente a la Sala Multifuncional de Punta Prima para honrar y recordar a las víctimas de tan brutal ataque terrorista reivindicado por el Estado Islámico.

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Unas 20 personas, con las que se solidarizó la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañes, única representante política en el acto, guardaron un emotivo minuto de silencio mientras algunas de ellas sujetaban la bandera tricolor de la República Francesa. El sencillo homenaje concluyó con un aplauso.

Fue el epílogo de una concentración que se había programado con un fin distinto ya que los franceses de la Isla pretendían celebrar el 14 de julio, es decir, la fiesta nacional de su país. El almuerzo de confraternidad quedó suspendido y sustituido por el recuerdo a la masacre de Niza.

Karine Lemier, en representación de la UFE (Unión de Franceses residentes en el Extranjero), ha tomado la iniciativa de impulsar la delegación insular de esta organización que tiene su central en Barcelona. «Poco a poco vamos avanzando y nuestra intención es llegar a contar con un registro y unos estatutos para estar constituidos formalmente», explicó. En la actualidad residen unos 600 franceses en Menorca.