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Fin de semana y agosto. Es la combinación perfecta para asegurar el caos en los accesos a las playas. 10.50 horas de la mañana. Son Bou. Alrededor de 300 coches. 15.30 horas. Mismo aparcamiento. Colapso total con nueve -en algunos puntos hasta diez- filas de turismos y otra multitud en busca de un hueco.

Es la situación que se vivió este domingo en la urbanización alaiorense pero que se repitió en numerosas zonas turísticas de la Isla, principalmente del sur. No se trata de una colapso puntual sino que se prolongará a lo largo de varias jornadas del mes. Y es que la semana que hoy comienza será la de mayor concentración sobre el territorio menorquín. Arranca el período en el que la población no desciende de las 200.000 personas.

Según el Indicador de Presión Humana que publica el Institut Balear d'Estadística, durante 24 de los 31 días del mes de agosto pasado se superaron estas cifras de población. Y el pico máximo se produjo el día 11 con la friolera de 216.687 personas sobre Menorca. Supone duplicar el número de habitantes que hay en la Isla en invierno. El día con los registros más bajos del año fue el 7 de enero con 91.263 ciudadanos. En los municipios más turísticos la población llega a multiplicarse por seis dentro del mismo año.

La proyección de la tendencia registrada en los últimos años apunta a un claro incremento, dado que la ocupación turística se mueve en cifras de récord. Los hoteleros estiman que rozarán el completo gracias a los turistas prestados que han elegido un destino seguro.

La emblemática cala de Es Caló Blanc, en Sant Lluís, mostraba este domingo un lleno total. Sus pequeñas dimensiones no impidieron que un centenar de bañistas tomaran asiento, ya fuera en la arena ya en las rocas.

La playa ferreriense de Cala Galdana registró momentos de caos y estrés. Algunos bañistas incluso cambiaron de idea y playa tras intentar durante media hora aparcar sin éxito.

En alta mar, la actividad también se dispara en agosto. A las ocho de la mañana, el reducido tramo que discurre entre la basílica paleocristiana de Son Bou y los hoteles Milanos-Pingüinos concentraba una quincena de veleros.


Tomen aire.