El empresario turístico señaló que los visitantes quieren conocer, descubrir y vivir la historia y la cultura de la Isla | Javier Coll

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La emblemática finca rural de Alcaufar Vell ha pasado de ser en los últimos 20 años un sencillo agroturismo de cuatro habitaciones, un bed&breakfast, a convertirse en un hotel rural con 21 habitaciones y un restaurante que cocina los productos de su propio huerto ecológico y los que compra a productores locales.

Así lo relató este viernes Jaume de Febrer, gerente del negocio familiar, quien -no obstante- no ocultó la compleja tramitación llevada a cabo para hacerlo realidad. «Confías en que la parte administrativa y burocrática sea como encontrarte con los increíbles faros de nuestra Isla para guiarte y no embarrancar; pero, desafortunadamente, demasiadas veces son como enormes olas difíciles de superar», subrayó.

De Febrer destacó la idea de recuperar la figura de su bisabuelo don Joan Mercadal, anterior propietario de la finca, «para crear un menú que aunase gastronomía e historia, con una serie de platos basados en el producto local y acompañados de unos textos explicativos para realizar un paseo gastronómico».

De Febrer instó a continuar en la lucha por buscar el equilibrio entre preservación, innovación y rentabilidad. «Tenemos una maravillosa isla que lo tiene todo y que -como decía mi abuela- está hecha a la medida del hombre. Debemos seguir trabajado en hacerla productiva y no perder el tren de la modernidad», concluyó.