Imagen de la playa de Cala en Bosc debido a la prohibición al baño por el vertido del cable | Maite Carles

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Once y media de la mañana de un sábado 3 de septiembre. Un sol radiante y un calor sofocante. Y la playa sigue desierta. Un pequeño grupo de turistas juega a la petanca en la arena de Cala en Bosc, el bar de la playa está vacío, las más de doscientas hamacas prácticamente todas desocupadas, los velomares aparcados y el playero y el socorrista, sin trabajo, matan el tiempo charlando.

No es una situación nueva. Llevan así ya tres días seguidos, más otros cuatro en julio. En total siete días que la playa de Cala en Bosc ha estado cerrada al baño esta temporada, por culpa del vertido de hidrocarburo provocado por la rotura del cable eléctrico. Más los que puedan venir, ya que todavía no hay fecha de reapertura, y todo indica que mañana seguirá igual. Los principales perjudicados, los negocios situados a pie de playa. «La temporada ya es bastante corta para que pase esto durante tantos días», explica uno de los afectados.

«Hemos perdido un dineral», relatan. Y es que las pérdidas son enormes. Los hamaqueros calculan unos 1.800 euros cada día, explica Bernardino Borrueco, de Concesiones Galdana, que gestiona el servicio de hamacas y sombrillas de Cala en Bosc.

Más pierde aún el bar-restaurante de la playa, El Socaire, que calcula unas pérdidas de 4.500 euros diarios. «Cada día vienen unos 300 comensales, pero con la playa cerrada vendrán como mucho 30», explica el responsable del establecimiento, Miguel Domínguez. Al no haber trabajo, 10 de los 14 trabajadores se han cogido el día libre. Pero los gastos no bajan, hay que pagar un alto alquiler, las nóminas y los impuestos. Y los ingresos estos días no entran.

«Alguien se tendrá que hacer responsable de esto», comenta Domínguez. Igual opina Borrueco, que no responsabiliza para nada al Ayuntamiento, pero recuerda que cada temporada paga por la concesión de las hamacas más los cánones 130.000 euros, más los gastos de personal y material.

Borrueco apunta que las pérdidas no solo se producen los días que está cerrada la playa, ya que «el miedo y la mala imagen» hace que aunque se reabra mañana la cala, la afluencia de bañistas no será la misma. «Será muy difícil remontar, pueden pasar 10 o 15 días, y ya nos plantamos a final de temporada», destaca.

Reclamaciones

Los negocios de las playa de Cala en Bosc anuncian que presentarán reclamaciones para que «alguien», entienden que «el seguro de Red Eléctrica», pague las pérdidas ocasionadas por culpa del vertido de hidrocarburo. Estas se sumarán a las que ya tres empresas presentaron en julio, para reclamar por daños y perjuicios por valor de 18.000 euros.