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De entre el gran número de proyectos que optan a ser financiados con el impuesto de turismo sostenible, conocido como la ecotasa, la puesta en marcha de la desaladora de Ciutadella es uno de los afortunados. El Govern garantiza que en 2017 destinará parte de la recaudación del nuevo gravamen para hacer frente a las obras necesarias para que la planta quede conectada a la red de suministro y pueda estrenarse de una vez, tras seis años paralizada.

Los presupuestos que ayer desgranó el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, así lo contemplan, junto a otras medidas centradas en el «ciclo integral del agua, haciendo frente a la situación actual de sequía, pero planificando con vistas al futuro», declaró.

El Govern y la Conselleria quieren dejar claro desde un inicio la importancia que le otorgan a la gestión del agua, motivo por el cual Medio Ambiente es el tercer departamento con más presupuesto, por detrás de Sanidad y Educación. Vidal dispone para el año que viene de 205.836.047 millones de euros, un 13,75 por ciento más que el ejercicio anterior. La mitad de los cuales van a parar a la Dirección General de Recursos Hídricos, 120 millones de euros, un 21 por ciento más que este año.

Dudas

Está pendiente de confirmar las obras que realizarán y si suministrará tan solo a las urbanizaciones de Cala en Bosc y Cala Blanca, tal y como propone el Ayuntamiento de Ciutadella. El precio del agua es otro aspecto a negociar.