Los propietarios del hotel Jardí de Ses Bruixes amplían su establecimiento en una casa cercana, que contará con servicio de spa | Javier Coll

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Los hoteles de interior proliferan por la Isla y el casco antiguo de Ciutadella se erige como el punto preferido para ubicar estos nuevos establecimientos con encanto. En el último año el Colegio de Arquitectos (COAIB) visó 16 proyectos de obra para este tipo de alojamientos mientras que en 2015 solo se visó uno, en Maó. Nueve de ellos se pretenden abrir en Ciutadella, donde los empresarios destinarán más de 2 millones de euros en reformar los antiguos edificios que albergarán pequeños hoteles una vez se les apruebe el permiso de obras.

Esta transformación podría ser de mayor envergadura, según el concejal de Urbanismo del municipio, José López, que calcula que entre los hoteles urbanos que ya cuentan con licencia de obra y los que la están tramitando hay una veintena de proyectos en marcha. «No sé si se trata de un boom o una moda» afirma, aunque se muestra partidario de este tipo de iniciativas. «Son una forma de dar vida al casco antiguo» porque facilitan la desestacionalización del turismo y ayudan a conservar la estética tradicional del centro al revalorizar casas antiguas, anteriores a 1945, y que estaban deshabitadas. Que se aprobara este verano la modificación del Plan Especial de Protección Histórico Artístico para permitir el uso hotelero en las edificaciones residenciales dio impulso a algunos de los proyectos hoteleros más ambiciosos, como uno en la plaza del Roser, en el que se habilitarán 15 habitaciones dobles, y seguramente motivó la aparición de otros, sugiere López.

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