El obispo Francesc Conesa, en su despacho en Cal Bisbe, conectado al ordenador | Josep Bagur Gomila

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El nuevo obispo de Menorca, Francesc Conesa, ha abierto su propia página en Facebook. A principios de mes decidió crear una cuenta en esta red social para ofrecer la oportunidad de conectar y comunicar con todos aquellos que deseen conocer sus vivencias y actuaciones para impulsar la actividad diocesana y pastoral en la Isla.

El prelado explica en la presentación que utiliza esta página en Facebook, ilustrada con una imagen del patio de Cal Bisbe, como «un medio de comunicarme con todos vosotros». Anuncia que «iré poniendo algunas reflexiones, comentarios e impresiones de las cosas que estoy viviendo como obispo de Menorca». La iniciativa del obispo Conesa ha suscitado interés y ha recibido numerosos comentarios al dar la oportunidad de conocer, en vivo y en directo, cuál es su visión sobre la Iglesia menorquina, los actos en los que participa. También comparte pensamientos e ideas, y al mismo tiempo permite interactuar directamente con el obispo, porque Francesc Conesa responde a quienes se dirigen a él.

Entre las entradas que ya ha incorporado figuran la reunión que mantuvo con la Cofradía del Vía Crucis de Maó, y su participación en el encuentro diocesano de cofradías, celebrado el pasado domingo en la iglesia de Sant Francesc de Maó. El obispo manifestó que «es necesario preparar interiormente la celebración de la Semana Santa». «Además de la organización exterior, que es necesaria para que las procesiones salgan con dignidad, es preciso preparar el corazón, porque el exterior sólo adquiere sentido si lo vivimos desde el interior», subrayó el nuevo pastor de la Iglesia de Menorca.

Con motivo del Día de la Mujer, Francesc Conesa ha compartido en Facebook esta cita del teólogo H. U. von Balthasar (1905-1988): «Toda nuestra cultura, demasiado machista y demasiado técnica, olvida fácilmente su fundamento femenino. Individualmente, los hombres están dispuestos a reconocer cuanto deben a la mujer, sea ésta madre o esposa. Pero nuestra civilización, dominada casi exclusivamente por varones, no está dispuesta a lo mismo, lo que indudablemente revela su unilateralidad y su desvarío». Añade el obispo: «es verdad: un mundo o una Iglesia que excluya a la mujer como fundamento resulta unilateral».