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La carretera fue la principal pista por la que circularon este lunes por la tarde los reproches habituales con los que se suele saldarse el debate de política general del Consell. Las obras acumulan casi dos años paradas pero el debate sigue vivo con argumentos nada novedosos. «Ustedes fueron el gobierno de la faraónica variante de Ferreries, con siete millones de sobrecoste entre el silencio y connivencia de sus colectivos ecologistas. Esperamos con ansiedad ver su reacción el día que comiencen las obras», retó la portavoz del PP. En dos años han tenido tiempo de «haber realizado su proyecto alternativo de carretera, pero no lo tienen, perdemos el demandado carril bici y mantienen las 'macrorrotondas' de dos pisos», agregó, además de cuestionar la financiación de una carretera que debía estar acaba en 2011, «cuando llegamos no estaba ni la obra ni el dinero».

Maite Salord reiteró la prioridad que ha supuesto la reconducción del proyecto de la Me-1 «con el objetivo de conseguir una red de carreteras segura, fluida, eficiente y dimensionada a la realidad social, económica y del tránsito de Menorca», explicó. Además negó haberse opuesto nunca a las rotondas previstas en los cruces del Aeropuerto y del acceso a Alaior, «tampoco la financiación es problema».

La presidenta sacó músculo con la mejora del transporte público, que ha recuperado el bus exprés entre Maó y Ciutadella con cuatro frecuencias por sentido y que el año pasado registró un 5,4 por ciento más de usuarios.

Cabrera definió como 20 meses de parálisis el recorrido del actual gobierno, mientras que Salord aseguró que sin haber llegado aún al ecuador del mandato, «no hay mucha diferencia con los cuatro anteriores» y a la visión de parálisis respondió desconocer aún los proyectos del anterior mandato.

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