La partida más destacada procede del Consell, ente que destina 313.910 euros al Fons, 42.800 euros más que en el ejercicio anterior. El Govern aumenta también su aportación, de 160.000 euros, y entre los ocho ayuntamientos destinan 212.500 euros para las ayudas de desarrollo y de sensibilización del Fons. Maó es la ciudad que más aporta, con una partida de 70.000 euros, seguido de Es Mercadal (42.000 euros), Sant Lluís (40.000 euros) y Ferreries (21.000 euros). Ciutadella aumenta su donación con 5.000 euros más que el año anterior, y destina 17.000 euros en total.
El presidente del Fons, Florencio Conde, celebra el esfuerzo de las administraciones «sean del color que sean» y lo considera una recuperación de la solidaridad que se había perdido durante la crisis económica. «Llevamos dos años de recuperación que se notan en el Fons y espero que el 2018 sea mejor» declara Conde.
Dos terceras partes de los ingresos del Fons, 480.812 euros, servirán para financiar proyectos de cooperación para el desarrollo, dando prioridad a cubrir las necesidades de los movilizados en el Mediterráneo y en el Sáhara. La convocatoria de ayudas del año pasado sirvió para fomentar ocho proyectos de organizaciones sin ánimo de lucro, un número que desde el Fons esperan que aumente este año, a partir de las propuestas que les hagan llegar las ONG entre el 1 y el 30 de junio, periodo en que se admiten proyectos para su selección.
En la Isla el Fons se marca finales de abril como límite para cerrar el Plan de Acogida de Refugiados impulsado por el Consell y que lleva tres meses de retraso. Siguen en contacto con la Plataforma Benvinguts Refugiats Menorca y tiene previsto celebrar una reunión con sus representantes para facilitar su labor y colaborar en sus actuaciones.
4 comentarios
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Quants hi viuen d aquest fons. Tota la llista, tot el que cobren i totes les subvencions ja!
FANTÁSTIC ARA PODRAN SEGUIR XUCLANT DE LA MAMELLA TOTS AQUETS QUE MAI HAN FET FEINA I HAN SABUT VIURE DE ELS FONS DE ELS ALTRES
Estamos dando lo que no tenemos, y de recuperación nada de nada.
A ver cuando se acuerdan de los ciudadanos a los que representan y examinan los controles que aplican los responsables insulares para repartir ayudas. Es una vergüenza que los criterios para repartir comida estén suscritos al color de la piel o a la vestimenta. La discriminación positiva me produce nauseas. Manden dinero fuera, pero no aumenten esas partidas mientras tengamos ciudadanos necesitados.