La desaladora de Ciutadella se acabó de construir en 2011 y seis años después aún sigue parada. | ARCHIVO

TW
4

La Agencia Balear del Agua (Abaqua), dependiente del Govern, ofrecerá el próximo martes en un encuentro que mantendrá con el Ayuntamiento de Ciutadella la posibilidad de venderle este mismo verano agua procedente de la desaladora.

Así lo afirmó el gerente de Abaqua, Antoni Garcias, al avanzar que la desaladora de Ciutadella ya está prácticamente a punto, solo faltan algunos permisos sanitarios, para suministrar agua a las urbanizaciones de Cala en Bosc y Cap d'Artrutx.

Lo que falta es que el Ayuntamiento acepte y se acuerden las condiciones, y sobre todo el precio por el que se venderá el agua, que deben estar regulados a través de un convenio firmado por ambas administraciones. Esta cuestión se tratará en la reunión del martes.

Abaqua ya tiene sobre la mesa lo que cuesta activar la desaladora, unos datos que prefiere no hacer públicos hasta que los transmita al Ayuntamiento. «La gestión y el mantenimiento de la desaladora tiene un coste fijo, nosotros lo que queremos es poner las instalaciones a disposición del Ayuntamiento y el precio del metro cúbico será el que salga», de la división del coste de la gestión de la planta entre los metros cúbicos del agua demandada por el Ayuntamiento, explica Garcias. Después ya sería decisión del Ayuntamiento si recarga este importe a los usuarios, a través de una subida de la tarifa del agua.

Si el Ayuntamiento lo acepta, la desaladora podría así entrar en funcionamiento entre agosto y septiembre, seis años después de finalizar su construcción. Garcias expone que en un primer momento la podría activar la propia empresa concesionaria del mantenimiento de la desaladora, Acciona, ya que hay una cláusula que contempla esta posibilidad. Después, Abaqua ya convocaría un concurso (del que ya tiene redactado un borrador) para que una empresa privada gestione la planta.

La concejal del Servicio de Aguas de Ciutadella, Noemí Camps, dijo desconocer la propuesta del Govern y «está a la expectativa» del encuentro que se celebrará el próximo martes.

Si se concretara esta posibilidad la desaladora podría entrar en marcha antes de que se ejecuten las obras para conectar las instalaciones al depósito de Son Blanc, y con la cual se podrá suministrar agua desalada también a la urbanización de Cala Blanca.

OTRA OPCIÓN
La segunda opción que está sobre la mesa es que se espere a que la canalización hasta Son Blanc esté acabada, ya en verano del año que viene, y se pueda abastecer no solo Cala en Bosc sino también Cala Blanca. De hecho, era una de las propuestas presentadas al Ayuntamiento, que estimaba el uso de 750.000 metros cúbicos de agua desalada para suministrar las urbanizaciones de la costa sur. No obstante, también estaba pendiente del precio que debería pagar el Consistorio.

Las obras para conectar la desaladora con Son Blanc empezarán a finales de año, ya que aún se está acabando de redactar el proyecto, informa la Conselleria de Medio Ambiente. Este proyecto, presupuestado en unos 600.000 euros, serán sufragados con los fondos del impuesto turístico. La duración de los trabajos no será inferior a cuatro meses, por lo que la canalización podría estar finalizada a partir del segundo trimestre de 2018.