Mercè Rubió, de espaldas, Dimitri Sturdza y Albert Moragues durante el juicio

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La justicia ha dado la razón al empresario Dimitri Sturdza al considerar que éste no perturbó o impidió el derecho de uso de Mercè Rubió de la finca Mongofra Nou, que él tiene alquilada desde junio de 2016 a través de su sociedad Mongofre World Heritage. La sentencia del Juzgado número uno de Maó rechaza los argumentos de Mercè Rubió y considera que las actividades de la fundación y las estancias de la familia son compatibles.

El juicio se celebró el pasado febrero después de haber quedado aplazado en noviembre de 2016 por un defecto formal, ya que en principio la demanda presentada por la familia solo se dirigía contra Sturdza y no contra su empresa, que es la arrendataria que aparece en el contrato. La Fundació Rubió también era parte demandada por la hija del mecenas, por considerar que le había sido arrebatado el derecho a disfrutar de la finca que le concedió su padre y confirmaron distintas sentencias judiciales.

Este viernes, el presidente de la entidad, Albert Moragues, recibía con satisfacción la sentencia a favor de la Fundació y de Sturdza y que condena a pagar las costas al demandante, esto es, la familia Rubió. Una buena noticia enturbiada por el revés que sufrió la Fundació la semana pasada cuando el Protectorado de Fundaciones del Govern emitió una resolución denegando la autorización del contrato de alquiler de la sede a la sociedad de Sturdza.

Moragues aseguró este viernes que esta sentencia «confirma lo que planteábamos» y anunció que la entidad ya trabaja en modificar la redacción del contrato y en el recurso que planteará ante la Conselleria de Cultura para obtener la autorización del Protectorado al alquiler.