Los dueños de un buque de recreo fondeado en el puerto de Ciutadella reciben un folleto informativo | Josep Bagur Gomila

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Comienza su jornada cada día sobre las diez de la mañana. Y no la finaliza hasta pasadas las siete de la tarde. El único patrón que navega en Menorca como miembro activo del dispositivo de control de fondeos ilegales de barcos en las praderas de posidonia de Balears ya ha reubicado más de 100 embarcaciones –102 concretamente– que estaban ancladas sobre fondo oceánico natural. También se ha puesto en contacto con 22 naves a través de la radio y ha informado sobre la campaña a los usuarios de 494 barcos de recreo. No ha habido sanciones. Podría ser bautizado como «el guardián de la posidonia» de Menorca y hoy cumple su primer mes de servicio como integrante de un proyecto global coordinado desde la Conselleria de Medio Ambiente del Govern.

La iniciativa comenzó su andadura el pasado 2 de julio y el dispositivo de vigilancia proseguirá hasta el próximo 30 de septiembre. En Menorca se patrulla el Lugar de Interés Comunitario (LIC) emplazado entre Son Saura y Binigaus, la parcela con más presión de toda la Isla. Y en un futuro se podría ampliar el dispositivo a más zonas, decisión que dependerá del balance de resultados que se realizará una vez finiquitada la temporada alta.

Así lo explicó ayer a «Es Diari» Jorge Casado, delegado insular del Institut Balear de la Natura (IBANAT). Comentó que «la posidonia está protegida por una directiva de rango europeo que vela por sus hábitats y por la ley estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que la defiende como especie. El Govern, además, ha confeccionado un decreto propio, que está en fase de exposición pública. El proyecto de control de fondeos lo que hace es trabajar por su conservación, amparándose en estos reglamentos». Casado también destacó el papel ecológico de la posidonia en el archipiélago, apuntando que produce la arena de las playas y evita la erosión, aparte de ser un nicho para todo tipo de especies marinas.

Superficie

Las praderas de posidonia de Balears cubren un total de 65.000 hectáreas, lo que equivale a la superficie de toda Menorca. El dato define por si solo la importancia de este bien ecológico. Desde el Ibanat explicaron que «la gente que tiene experiencia sí sabe donde fijar el ancla, pero hay un nuevo perfil de usuario que no está tan acostumbrado y lo desconoce. De ahí que la conciliación y la información sean dos de los pilares de la campaña iniciada este año».

Diez barcas vigilan las praderas del archipiélago

Para la puesta en marcha del servicio se ha coordinado el trabajo de diez patrones, que vigilan las praderas de posidonia de Balears. El mayor número –seis embarcaciones– patrulla entre Eivissa y Formentera y otras tres lanchas realizan este tipo de tareas en el litoral de Palma de Mallorca. En el primer año de funcionamiento del dispositivo solamente se ha destinado una barca de vigilancia a la costa de Menorca, que patrulla entre Son Saura y Binigaus.