Un informador y un guardia de seguridad indican a los propietarios de los vehículos que las zonas de estacionamiento están llenas y que tienen que dar la vuelta, ayer en Sant Joan de Missa | Gemma Andreu

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Los vehículos del servicio de limpieza de las playas de Menorca –mancomunado entre el Consell y los ayuntamientos– volverán este martes a bajar a las playas de Macarella y Macarelleta, una vez los responsables de la histórica finca Alparico han levantado el veto a la entrada de las máquinas que acordaron hace días como medida de presión ante la falta de regulación del tráfico en la zona.

Tal y cómo adelantó «Es Diari», la decisión fue adoptada ante la gran presencia de coches y furgonetas que se ha registrado desde el arranque de la temporada alta en los caminos de acceso a las playas vírgenes del sur del municipio de Ponent. Los trabajadores del citado «lloc» protegieron la entrada a la finca a principios de la temporada alta con grandes piedras para que los vehículos cuyos ocupantes no encontraban sitio en el parking público –y gratuito– gestionado por el Consell no fueran estacionados sin permiso en la misma puerta de acceso a sus terrenos.

Sin embargo, la retirada de las piedras por parte de los turistas y los problemas ocasionados para la entrada y salida de los trabajadores ocasionó el descontento en la propiedad, que apostó entonces por prohibir el acceso de los vehículos de limpieza. Los coches de emergencias y de los cuerpos policiales sí podían pasar.

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Ante la falta de un itinerario alternativo, primero fueron los propios operarios quienes se vieron obligados a transportar las bolsas en las que se acumulaban los residuos y en las últimas jornadas se ha retirado la basura en barca. Desde el servicio insular de Cooperación Local apuntan que las tareas de recogida de basuras en estas conocidas calas de Ciutadella nunca se han dejado de hacer.

Maite Salord, consellera insular de Cooperación Local, acudió como portavoz del Consell a la reunión fijada para desbloquear la situación. Comentó que «la voluntad de ambas partes es de colaboración. Y todo se ha solucionado». Salord también expuso que ella acudió ayer a la zona sobre las 8.45 para ver el tráfico en primera persona y que no se encontró con coches aparcados en las lindes de la red de caminos rurales.

El Consell recibió el pasado viernes el «ok» de la Dirección General de Tráfico (DGT) para ubicar un segundo puesto de información en el cruce de Sant Joan de Missa. Así, cuando los parkings de Macarella, Cala en Turqueta y Son Saura están llenos dos informadores y un guardia de seguridad bajan al inicio del camino para impedir la entrada de más coches en la zona.