Hay indicios de que la parte más antigua de la casa del predio de Sant Antoni data del siglo XIII. | Gemma Andreu

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El predio de Sant Antoni pretende unirse a la actividad cultural y turística que rodea el puerto de Maó. Será un nuevo enclave a visitar y que va a completar la historia que alberga todo el entorno de la rada mahonesa. La empresa Lasca Longe SL ha solicitado la declaración de interés general para poder iniciar una nueva actividad en el predio, en concreto, plantea la realización de visitas guiadas con el fin de dar a conocer la historia de la finca, al tratarse de un enclave por el que han pasado las diferentes dominaciones de la Isla.

El proceso aún no está cerrado. El viernes acabó el período de exposición pública de la declaración del interés general. Por lo que quedan por analizar las alegaciones que hayan podido presentarse, si es el caso, y que el Consell emita informe favorable o desfavorable al respecto, entre otros trámites.

El anteproyecto que ha presentado la promotora de la iniciativa, y redactado por el ingeniero técnico industrial Josep M. Pons Benejam, plantea visitas en grupos reducidos, de un máximo de diez personas con guía, que se limitarán al edificio principal, la planta baja y parte de la primera. El recorrido incluiría distintas estancias de la vivienda, entre ellas, la biblioteca. Destaca el fondo documental de la finca. Es más, dispone de un contrato de cesión en comodato con el Consell para la digitalización y difusión de este archivo familiar. Además, cabe recordar que la finca tiene una capilla que data de 1737. Se calcula que la parte más antigua de la casa se remonta al siglo XIII. Entre otras personalidades, el almirante Nelson ha pasado por esta finca, así como la emperatriz de Austria Isabel de Wittelsbach, el káiser Guillermo II de Alemania y también el Príncipe de Gales, Eduardo VII, entre muchos otros.

La promotora también propone la organización de acontecimientos sociales y culturales. La casa se ha solicitado en varias ocasiones para realizar eventos y por ello, tal como explica el anteproyecto, «la propiedad tiene voluntad de regularizar dicha situación adecuando el lugar tanto para las visitas guiadas como para poder ceder sus espacios para eventos como conferencias, charlas, reuniones o celebraciones». Para ello, la promotora plantea la realización de una obra menor para adecuar los aseos existentes a la normativa de supresión de barreras arquitectónicas, así como para mejorar la accesibilidad exterior y el recrecido de aquellas paredes o muros que puedan suponer riesgo de caída para los visitantes.

En caso de que el proyecto obtenga el informe favorable, Sant Antoni se unirá al patrimonio cultural que ofrece la rada. En unos meses también se incorporará el Centro de Interpretación que acogerá la Illa del Rei. Las obras donde va a instalarse ya están en su fase final y el proyecto del centro que redacta el profesor Joan Alemany estará listo en septiembre para que la actuación esté adjudicada en fechas navideñas. Las previsiones son que pueda inaugurarse el próximo verano. Y avanza también el acuerdo con la Galería Hauser & Wirth para abrir una sala de arte en el edificio Langara. Está en fase de diseño. Por su parte, La Mola ofrece visitas a la fortaleza de distinta índole. La nueva concesionaria ha incorporado la bicicleta eléctrica y las visitas especializadas sobre la historia militar del recinto. Y están previstas mejoras sustanciales en cuanto a información y contenido. No se han podido ofrecer las visitas conjuntas con San Felipe porque éste último no permite este año las excursiones nocturnas con figurantes ni actores. El recinto ha tenido que hacer un parón de un año aunque confía en retomarlas el año que viene. Las diurnas se mantienen.