Imagen virtual de cómo quedará la parte superior del ascensor, una vez eliminado un viejo edificio que ha tenido que ser expropiado

TW
20

La consolidación de 1.500 metros cuadrados de acantilado, las expropiaciones y la habilitación de una plaza en la parte superior conllevan que el presupuesto total máximo para la construcción de un ascensor en la Costa de ses Voltes ascienda a algo más de 1,4 millones de euros, unos 600.000 euros por encima de la cantidad que Autoridad Portuaria de Balears se ha comprometido a aportar para financiar el proyecto. Este dinero de más saldrá en principio de las arcas del Ayuntamiento de Maó, aunque el equipo de gobierno de Ara Maó y PSOE confía en recibir alguna aportación económica de Consell y Govern en cuanto que son miembros del Consorcio que vela por el mantenimiento acantilado. Hay optimismo y conversaciones iniciadas al respecto.

El pleno del Ayuntamiento de Maó aprobó este jueves una modificación del convenio con Autoridad Portuaria para adecuarlo a esta circunstancia, puesto que el anterior no contemplaba, según los juristas de la casa, una opción de financiación complementaria por parte de otra administración ajena a Autoridad Portuaria. El convenio establecía hasta ayer una aportación única de Puertos de 847.906 euros, cuando la previsión actual asciende a 1.261.202 euros, unos 413.000 euros más.

A esta cantidad hay que añadir otros 208.000 euros, que corresponden a las expropiaciones, previstas en los presupuestos municipales actuales, que se han tenido que realizar en unas cuevas de la zona y en parte de un vetusto edificio que se va a demoler para habilitar una plaza con mirador de 270 metros cuadrados en la salida superior del ascensor, en las inmediaciones del Claustre del Carme. También se ajardina y habilita la zona del acceso inferior, ahora cerrada por el riesgo de desprendimientos. Básicamente por todo esto, además de por la consolidación del acantilado que por sí sola supone una partida dentro del proyecto de 382.000 euros, el concejal Héctor Pons justificó ayer este sensible aumento presupuestario.

Los 413.000 euros de exceso en el proyecto, sin contar las expropiaciones, serán incluidos en los presupuestos municipales de 2018, con la esperanza de recuperar buena parte de ellos con la rebaja que ofrezca el adjudicatario de la obra (toda ella será a beneficio de la aportación del Ayuntamiento) y las requeridas ayudas de otras administraciones.

Más que las escaleras

Así, el coste máximo del proyecto del ascensor es unos 350.000 euros más elevado en su conjunto que las escaleras mecánicas que promovió el PP y que ascendía a 1.009.009 euros, una vez sumadas todas las partidas. A esta cantidad habría que añadir otros 100.000 euros correspondientes a unas obras que se debían realizar (así se anunció en su día) en la zona superior de la Costa de Ses Voltes a costa del Consistorio.

Una vez cambiado el convenio, ahora hay que cerrar los expedientes de modificación del PGOU y las expropiaciones. Luego se aprobará el proyecto ya elaborado, se expondrá al público sujeto a alegaciones y se entregará a Autoridad Portuaria, que procederá entonces a la licitación de las obras. Aún queda.

La oposición critica la falta de participación, la demora y la opacidad

Los dos grupos de la oposición recriminaron al equipo de gobierno, en el pleno de ayer, la falta de participación y transparencia, así como la demora, en la tramitación del proyecto del ascensor. «Lo han hecho de forma unilateral, de espaldas al resto de partidos y a la ciudadanía», apuntó Andrés Spitzer, concejal de Ciudadanos de Menorca.

Desde el PP, Ana Lía Noval recriminó a la alcaldesa Conxa Juanola que no haya practicado la transparencia que tanto anunciaba antes de las elecciones y al PSOE que no haya cumplido las condiciones que exigía para las escaleras mecánicas en el proceso de alegaciones de entonces.

Spitzer y Noval reclamaron que la ciudadanía se pueda pronunciar sobre el proyecto, algo a lo que Juanola puso reparos por aquello de no demorar todavía más el proyecto ya elaborado, «podemos llegar a perder la inversión, ni escaleras ni ascensor», y por ser cuestión de carácter técnico. La concejal del PP aseguró que ni siquiera se ha producido una información abierta a los vecinos de Maó y que la oposición solo accedió al proyecto al localizar el número de expediente en un papel interno.

A pesar de la crudeza del debate en algunos momentos, al final se consiguió un voto unánime a una moción del PP que recoge la necesidad de concretar algunos aspectos (como los costes de mantenimiento) y realizar un explicación pública antes de ejecutarlo. El PP renunció a reclamar una mesa de negociación y la incorporación de opiniones ciudadanas.

Héctor Pons negó que se haya ocultado el proyecto y explicó parte de la demora por la necesidad de expropiar para poder reducir el tamaño de la pasarela, y con ello su impacto.