Un grupo de operarios introduce una de las máquinas del nuevo servicio de radioterapia, en esta imagen de archivo del pasado agosto | Gemma Andreu

TW
4

El gerente del Área de Salud de Menorca, Antoni Gómez Arbona, anunció este viernes que la esperada puesta en marcha del servicio de radioterapia en el Hospital Mateu Orfila será ya este año, y probablemente los tratamientos comiencen antes de Navidad.

Gómez Arbona aprovechó la tertulia celebrada en el Ateneu de Maó, en la que repasó los diez años de funcionamiento del hospital, para asegurar que sin duda la radioterapia «marcará un antes y un después» en el tratamiento oncológico en Menorca, sobre todo porque evitará numerosos desplazamientos de pacientes a Mallorca, algo que «provoca una ruptura de la vida familiar» y también, pese a las dietas que reciben los desplazados y el pago de billetes por el IB-Salut, un problema económico que se añade al de salud.

El proyecto de instalación de la radioterapia en el búnker construido en el Hospital Mateu Orfila para tal fin cumple los plazos previstos, desde que el pasado 26 de agosto llegó a Menorca el acelerador lineal fabricado en Estados Unidos. Comenzaba entonces un periodo de tres meses para calibrar el aparato y obtener los permisos del Consejo de Seguridad Nuclear. Durante la tertulia, en un ambiente relajado, Gómez Arbona enumeró los logros de esta década en el 'Mateu Orfila', un centro que «ha resistido muy bien el paso del tiempo y se ha adaptado».

De acuerdo con las nuevas tendencias sanitarias a reducir los ingresos así como los días de estancia en el hospital, Gómez Arbona destacó que éste avanza hacia más cirugía sin ingreso, con la creación de un nuevo gabinete de cirugía mayor ambulatoria pendiente de licencias de obras, y un programa de atención a enfermos crónicos en coordinación con la Atención Primaria, «algo importantísimo», dijo, porque el sistema sanitario debe adaptarse a la mayor longevidad de la población.

En cuanto a los últimos logros, Gómez Arbona destacó la implantación de la biopsia de ganglio centinela en 2016, así como el screening de colon, para descubrir la enfermedad en una fase temprana, y la recuperación de la Unidad de Calidad, «que revisa las actuaciones y procedimientos del hospital», en el que trabajan unas 900 personas.