El cónsul general del Reino Unido en Barcelona, Lloyd Milen, atiende las consultas de más de 50 británicos residentes, en el salón de plenos de Maó | Javier Coll

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Pensiones, asistencia sanitaria y conservar el derecho a voto en las elecciones municipales (en las europeas ya no les será necesario) son las principales inquietudes de los expatriados británicos en Menorca expresadas este viernes al cónsul general del Reino Unido en Barcelona, Lloyd Milen, por boca de casi un centenar de asistentes repartidos en dos reuniones para informar del brexit, una celebrada en el Ayuntamiento de Maó y la segunda en el de Ciutadella. Acompañado por la cónsul honoraria en la Isla, Sarah Owen, el diplomático intentó despejar las dudas de los ciudadanos afectados por la salida de su país de la Unión Europea, y sucedía el mismo día en que la primera ministra Theresa May ponía fecha para la ruptura definitiva: el 29 de marzo de 2019.

Hasta ese momento se llevará a cabo una dura negociación que ya ha entrado en su sexta tanda de contactos entre el gobierno británico y la Comisión Europea. España es el país de la UE que más expatriados británicos acoge, muchos, como la mayoría de los que asistieron ayer a las reuniones en Menorca, son jubilados. Lloyd Milen transmitió a sus compatriotas la voluntad de que puedan mantener su derecho a voto en elecciones municipales, «es algo que se negocia bilateralmente con España», señaló, y que debería ser un derecho recíproco para los españoles residentes en Gran Bretaña. También señaló que se negocia directamente con el Ejecutivo español la cuestión sanitaria y que la intención del gobierno de May es que la asistencia continúe como hasta ahora y que tanto turistas como residentes puedan acudir al médico sin problemas. Esto es así porque el gobierno británico abona anualmente una factura sanitaria al español que es de más de 200 millones de euros (3.886 euros al año por pensionista), explicó el cónsul general. De nuevo, las conversaciones son bilaterales y Reino Unido confía en el entendimiento con Madrid, y en el peso que tienen factores como el turismo (18 millones de británicos cada año viajan a España) para que sus expatriados cuenten con la misma atención médica tras el brexit.

En cuanto a las pensiones, que una mayoría de jubilados cobra de su país, el compromiso del gobierno de May es que se actualicen en el futuro como vienen haciéndolo ahora que viven en el espacio de la UE, igual que sucede con los retirados que siguen en Reino Unido, y que no se congelen en el momento de abandonar el país como sucede con expatriados que residen en Canadá o Australia.

Por último, algunos asistentes mostraron su preocupación por la pérdida de conexiones aéreas como la ruta Menorca-Londres de Monarch. Al respecto Milen afirmó que se trabaja en colaboración con el Govern balear para intentar que los slots -franjas horarias para realizar un trayecto aéreo-, que ha dejado libres Monarch puedan ser reservados por otra compañía británica.