Se han recogido quejas y sugerencias sobre la zona verde

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La mesa de movilidad del Ayuntamiento de Maó ya cuenta con el diagnóstico de la empresa Cinesi, por lo que pone en marcha de inmediato el proceso de recogida de propuestas que deriven en un plan que rija este siempre controvertido asunto en la ciudad durante los próximos años.

Una cuestión que está sobre la mesa, explica la concejala Dolors Antonio, es la necesidad de buscar nuevas maneras de gestionar los aparcamientos existentes que redunde en su mayor aprovechamiento. «El estudio concluye que no hay falta de plazas en la ciudad, pero sí que se tienen que gestionar de forma diferente». Como ejemplo, las numerosas plazas libres en la zona de pago de Sínia des Cuc, el poco uso que se hace de los aparcamientos soterrados privados o la casi nula rotación en Es Freginal.

A modo de ejemplo, Antonio comenta que quizá son excesivas las ocho horas establecidas como tiempo de aparcamiento en las plazas naranjas, o que hay que estimular el uso de los parkings soterrados, «algo a lo que aquí no estamos acostumbrados», así como incidir en la divulgación de la poca distancia real que hay andando entre las bolsas de aparcamiento y el centro histórico. En cuanto a la zona verde para residentes, la concejal enumeró las quejas que ha recibido el Consistorio, relativas a la excesivas plazas libres durante el día, «es razonable que incomode ver tantas en algunos momentos», la exclusión de personas que también viven en el centro, las dificultades para las empresas que deben acudir a realizar algún trabajo en el centro o la petición de Ascome de establecer la zona verde solo en horario no comercial, entre otras de carácter más particular.

Dolors Antonio explica que todo esto se va a valorar en próximas reuniones, a partir de ahora más frecuentes, de la mesa de movilidad, pero que el equipo de gobierno, en principio, ve con buenos ojos la opción de incrementar el número de potenciales beneficiarios de la zona verde, o el hecho de dar facilidades a determinados empresarios. Aún así, se estima que los dos objetivos principales se han cumplido: facilitar las cosas a los vecinos (así lo considera la asociación de la zona) y pacificar el tráfico en el centro.

Otro aspecto que se considera mejorable en el estudio de Cinesi es la existencia de cruces conflictivos ante los cuales hay que adoptar medidas, como en la salida de la calle del Carme o en la calle Sant Sebastià con Santa Teresa. «La versión final del plan tiene que salir del debate que ahora se produzca», afirma Antonio. Eso sí, «a partir de ahora lo que hemos pedido es concreción, no basta con definir que algo se tiene que gestionar de otro modo, ya hay que concretar».