Un coche eléctrico cargando la batería en uno de los puntos de recarga habilitados en Maó. | Gemma Andreu

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Más puntos de recarga, más facilidades fiscales y más campañas de concienciación sobre la contaminación que provoca el transporte privado, pero exactamente los mismos resultados. El año 2017 ha cerrado en la Isla con una pírrica cifra de matriculaciones de turismos eléctricos, un total de cinco, exactamente las mismas que en el año 2016, lo que supone un 0,3 por ciento del total de coches registrados, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). La movilidad eléctrica no termina de arrancar.

Tres de esas cinco nuevas matriculaciones de turismos eléctricos se registraron en Maó, donde además se matriculó un turismo con un sistema de gas licuado de petróleo. Las otras dos matriculaciones de coche eléctrico se produjeron en Ciutadella y en Alaior. Un año antes las matriculaciones de este tipo de vehículos fueron más repartida por los distintos municipios de la Isla. Se contabilizaron nuevos vehículos eléctricos en Maó, Ciutadella, Es Mercadal, Ferreries y Alaior.

Los datos de la DGT permiten comprobar la gran preponderancia de los vehículos de gasolina en relación a los de diésel. Así, de las cerca de 1.500 matriculaciones contabilizadas, más del 80 por ciento fueron turismos que funcionan con motores de gasolina. De estos, la mayor parte tienen cilindradas inferiores a los 1.200 centímetros cúbicos. En 2017 se matricularon menos de 300 vehículos con motores diésel, el 19,7 por ciento del total.

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