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Las reservas hídricas se han situado en diciembre en un 58 % de su capacidad en Baleares, la misma cifra que en noviembre y dos puntos por debajo de diciembre de 2016, y solo dos zonas de Mallorca siguen en situación de prealerta -la Serra de Tramuntana y Manacor-Felanitx- pero «muy cerca» de la estabilidad.

De noviembre a diciembre, las reservas han subido en Mallorca, del 57 al 58 %, y en Menorca, del 60 al 61 %; y han descendido en Ibiza, del 56 al 55 %, y en Formentera del 54 al 46 %, según datos de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.

De las diez unidades de demanda que establece el nuevo Plan de Sequía de Baleares, solo dos continúan en situación de prealerta según los resultados del índice de sequía para el mes de diciembre que son la Serra de Tramuntana y la zona de Manacor-Felanitx, aunque están muy cerca de la situación de estabilidad.

Todas las demás unidades de demanda presentan una subida en los resultados a excepción de la de Formentera.

La situación es mejor que la de diciembre de 2016 y «mucho mejor» que la de diciembre de 2015, según la Conselleria.

Por puntos de control, las masas de agua subterránea con más reservas en Mallorca son las de Caimari, con un 78 %, Son Servera con el 76 % y el Pla de Campos con un 75 %. La que menos es la de Sant Salvador, en Felanitx, con un 15 %.

En Menorca, la masa de Ciutadella registra un nivel del 76 % y el más bajo es el de Sa Roca con el 42 %. La masa de agua subterránea con más reservas en Ibiza es la del Pla de Sant Antoni, con un 79 %, y la de menos es Roca Llisa, con el 32 %.

De acuerdo con los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), diciembre ha sido un mes húmedo en Menorca, normal en Mallorca y seco en las Pitiüses.

La precipitación acumulada en el último año muestra un déficit de lluvia del 12 % en Menorca, del 43 % en las Pitiusas y un superávit del 6 % en Mallorca.

Se espera que en enero sigan aumentando las reservas y que las dos unidades que actualmente están en prealerta entren en situación de normalidad.

Esta es la primera vez que se calcula el índice de sequía desde que el pasado 20 de diciembre entró en vigor el Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía de Baleares.

El índice se calcula por zonas o unidades de demanda, delimitadas en función de los acuíferos y las infraestructuras de gestión existentes.

Si hasta ahora las unidades de demanda y el índice de sequía se delimitaban con criterios administrativos, con el nuevo Plan de Sequía las unidades de demanda se han delimitado con criterios hidrogeológicos (técnicos) y se han mejorado los indicadores utilizados para el cálculo del índice de sequía con medidas en 90 puntos de control, el doble de los usados hasta ahora.

Además se calcula una unidad de demanda en Formentera, que antes formaba parte de la misma unidad que Ibiza. Como resultado, hay más indicadores y más unidades de demanda, lo cual permite localizar con más precisión las zonas en situación de sequía.

El Plan de Sequía establece las actuaciones que tienen que realizar los diferentes actores implicados en función del valor del índice de sequía, con el objetivo de minimizar los efectos de la sequía sobre la población.

A pesar de que la elaboración de los planes de sequía se prevé en la normativa desde el año 2001 y que las situaciones de sequía son habituales en el clima mediterráneo, es la primera vez que la comunidad autónoma dispone de un plan de gestión de sequías.