El proyecto se elaboró cuando el Govern apremiaba para no impedir las licencias de obra. | Javier Coll

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Los 340 domicilios de Cala Llonga ven más cerca la posibilidad de contar con una conexión a la red municipal de saneamiento. El Ayuntamiento de Maó tramita ya el proyecto para la habilitación de una red de saneamiento en este núcleo residencial de S'Altra Banda del puerto de Maó. Se trata de una primera fase, puesto que su necesaria conexión a una depuradora todavía por definir (se trabaja con el posible uso de la existente en la base de San Isidro), donde en principio también se verterán las aguas residuales de Sa Mesquida y Es Murtar, queda para una fase posterior.

El presupuesto total de la actuación se aproxima a los 4 millones de euros, con los impuestos incluidos. Por este motivo, el Ayuntamiento de Maó ha presentado el proyecto a la línea de ayudas para actuaciones vinculadas a la mejora de infraestructuras relacionadas con el agua que ha convocado el Consell para este año con el superávit del ejercicio 2016. Esta convocatoria está pendiente aún de ser resuelta.

El proyecto se redactó, junto a otros, durante el periodo establecido por el Govern para eludir la prohibición de la concesión de licencias en aquellas urbanizaciones en la que no existe alcantarillado. La teniente de Alcaldía de Urbanismo, Dolors Antonio, explica que estos se irán tramitando de forma progresiva para tenerlos listos y dispuestos, a expensas de encontrar el modo de financiarlos. Suman una inversión superior a los 11 millones de euros.

En estos momentos las aguas residuales que generan los residentes en Cala Llonga son recogidas en fosas sépticas. La peculiaridad orográfica de la zona, con muchos desniveles, y la pérdida de impermeabilidad de las fosas ha provocado una serie de filtraciones, según se indica en el proyecto, elaborado por un técnico de Hidrobal.

Complicaciones

Hace unos meses, la opción del equipo de gobierno para acogerse a las ayudas del Consell era la red de saneamiento de las urbanizaciones de Sa Mesquida y Es Murtar, proyecto que en su día optó también a beneficiarse de los recursos obtenidos con el impuesto de turismo sostenible.

No obstante, finalmente se ha optado por Cala Llonga. La alcaldesa Conxa Juanola explica que el motivo de este cambio es que la tramitación del proyecto de Sa Mesquida y Es Murtar está siendo más complicado de lo esperado. Uno de los motivos es que el Ayuntamiento de Maó se ha tenido que enfrentar a un litigio con la familia que en su día fue propietaria de la totalidad de los terrenos de estas urbanizaciones.

La cuestión a dirimir por los tribunales es la titularidad actual de los viales de las urbanizaciones, y si su utilización para la instalación de las canalizaciones genera, por tanto, unos derechos para estos. El juicio ya se celebró hace unos días y el Consistorio aguarda a que haya un pronunciamiento al respecto en forma de sentencia.