Cada vez más viajeros optan por el barco como vía de entrada o salida de la Isla. | Gemma Andreu

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El tráfico marítimo de pasajeros marca otro año récord y le come terreno al transporte aéreo. El último ejercicio se ha cerrado con un balance positivo en los dos puertos menorquines, por los que han pasado tanto a través de las líneas regulares, como de los cruceros turísticos 695.991 pasajeros, 130.667 más que el año anterior, un incremento que supera el 23 por ciento y que es prácticamente tres veces superior en términos relativos al vivido en el Aeropuerto de Menorca, donde el crecimiento, de 257.180 pasajeros en relación a 2016 hasta alcanzar los 3,4 millones, ha sido del ocho por ciento.

El número de viajeros que salieron y entraron de Menorca el año pasado por vía marítima representa ya casi el 17 por ciento del total, mientras que el aéreo se sitúa en algo más del 83 por ciento, cuando un año antes el reparto era de algo más del 15 por ciento para el tráfico marítimo y de casi el 85 por ciento para el que se mueve por vía aérea. El aumento del tráfico marítimo se ha mantenido desde 2013, pero este año se ha acelerado.

La serie histórica

En los últimos cinco años, desde 2012, momento en que el tráfico marítimo tocó fondo, los pasajeros que han pasado por los puertos insulares ha crecido casi un 81 por ciento por ciento, 310.597 viajeros ganados en ese periodo, mientras que en el aeropuerto el aumento registrado está en términos porcentuales cerca de la mitad, en el 35,3 por ciento, con 895.815 pasajeros más en cinco años. Hace un lustro el tráfico marítimo representaba el 13,2 por ciento del total, ahora ya supone casi el 17 por ciento.

Más allá de la comparación entre los puertos de Maó y Ciutadella, recurrente desde que en 2011 entró en funcionamiento la ampliación del puerto de Ponent, la serie histórica muestra como el dique de Son Blanc ha hecho que el global del tráfico marítimo insular haya vivido una expansión sin precedentes, especialmente acusada en el último año. Detrás de un 2017 récord se encuentra, por un lado, el gran incremento de pasajeros de línea regular en Ciutadella, del 21,42 por ciento; y, por otro, el boom de cruceristas en Maó, que ha aumentado un 58,7 por ciento.

El puerto de Ciutadella se consolida un año más como la principal puerta marítima de entrada –y salida– a la Isla en líneas regulares. No en vano, En 2017 el 77,4 por ciento de los pasajeros registrados en los buques de las compañías regulares han pasado por Ciutadella. El año pasado fueron el 74,9 por ciento. Por otro lado, el puerto de Maó, aunque acumula dos años de ligero crecimiento en las líneas regulares, consolida su vertiente de puerto de cruceros, con un auge de cruceristas del 58 por ciento en relación a 2016.