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El Consell volvió ayer a salir al paso de las acusaciones del PP sobre la nueva línea de autobús anunciada entre Ciutadella y Macarella. Lo hizo para negar rotundamente que el servicio, que se pondrá en marcha a partir de mediados de mayo, haya sido concedido a dedo Autocares Torres, como afirmó el lunes el conseller popular Adolfo Vilafranca.

Desde el Departamento de Movilidad recordaron que, según la normativa aplicable, los contratos de gestión de los servicios públicos de transporte regular se adjudican con carácter exclusivo y que la apertura de esta nueva línea no requiere de un nuevo contrato, sino que se considera una ampliación del mismo: «Supone la inclusión de un nuevo tránsito en el contrato vigente porque no tiene entidad propia para constituir una explotación económicamente independiente». Las características de la nueva línea, que no tiene ni el kilometraje ni la duración suficiente del servicio (solo se dará en temporada) no hacen necesario un nuevo contrato de explotación.

Por tanto, concluyen desde el Consell, la nueva línea tiene un carácter complementario respecto del resto de líneas de la concesión que tiene Autocares Torres entre Cala en Blanes y Cala Blanca, con prolongación a Cala en Bosc, pasando por Sa Caleta, Santandria y Cap d'Artrutx.

Desde el departamento que dirige el conseller Miquel Preto mostraron su incomprensión por las críticas de Vilafranca, teniendo en cuenta que formó parte del anterior gobierno del PP, cuando se pusieron en marcha las nuevas líneas de Son Saura, Cala en Turqueta y La Vall, todas ellas a cargo de Autocares Torres.