El Hospital Verge del Toro tiene una superficie de 9.325 metros cuadrados. | Archivo

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El Servicio de Salud de Balears ha adjudicado al arquitecto Joan Enric Vilardell la redacción del proyecto y la dirección de las obras de rehabilitación del antiguo hospital Verge del Toro por un presupuesto de 95.590 euros, según ha informado este jueves el Área de Salud de Menorca.

El BOIB publica este jueves la adjudicación de este servicio que prevé que, en un plazo de cuatro meses, deberá estar terminado el proyecto básico y de ejecución de las obras de rehabilitación de la fachada, las cubiertas y la estructura del edificio principal.

El mismo arquitecto se hará cargo de la dirección facultativa y la coordinación de seguridad, una vez se firme el acta de replanteo y se empiecen las obras.

«Con esta contratación, desde la Conselleria de Salud se dan los pasos necesarios para cumplir con el compromiso del Govern de recuperar para la población este antiguo edificio sanitario», han indicado.

Según el plan del Servicio de Salud, la rehabilitación del Verge del Toro se llevará a cabo en dos fases. La primera de ellas consiste en la rehabilitación de la fachada, la cubierta y la estructura con un presupuesto de 1,7 millones de euros. Mientras, en la segunda se harán las reformas interiores que determine el plan funcional que actualmente se está elaborando.

Este plan de recuperación del Hospital Verge del Toro tiene un coste de 8,9 millones de euros y se prevé que se complete en un plazo de dos años, aproximadamente.

Ubicado en el casco urbano de Maó, el Hospital Verge del Toro se construyó en 1951 y se clausuró en 2007, cuando el centro hospitalario de referencia se trasladó al Hospital General Mateu Orfila, entonces recién construido.

El Hospital Verge del Toro tiene una superficie de 9.325 metros cuadrados y está formado por dos grandes construcciones: el edificio principal, con una superficie de 6.714 metros cuadrados, que consta de una planta sótano, una planta baja y seis alturas, y el centro de salud, actualmente en funcionamiento.

El Servicio de Salud ha detallado en los informes técnicos las reformas que deben hacerse para corregir las deficiencias actuales.

En concreto, se llevará a cabo la demolición y reconstrucción de las fachadas, ya que se ha detectado riesgo de desprendimiento y de roturas puntuales en algunos revestimientos. Además, hay que limpiar y reponer las tejas rotas o desplazadas de las cubiertas inclinadas y hacer una reconstrucción completa de las cubiertas planas.

El estado de conservación de la estructura del edificio principal es bueno, en términos generales. No obstante, algunos elementos estructurales necesitan mejoras como el sótano, donde se han detectado pilares con corrosión, consecuencia de la humedad provocada por filtraciones internas. También hay elementos estructurales defectuosos en diferentes partes de la estructura, como la fachada o la sala de máquinas, que están afectadas por filtraciones de agua externas.

Asimismo, hay que reparar la corrosión en los forjados de determinadas zonas, como la lavandería del sótano, donde la humedad ambiental ha sido mayor por culpa del vapor desprendido por la maquinaria.