El presidente del TSJB Antoni Terrasa, este viernes.

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El presidente del TSJIB, Antoni Terrasa lamentó una vez más las carencias y la falta de un nuevo edificio para los juzgados de Ciutadella, que ocupan un inmueble «muy deficitario», y urge al Ministerio de Justicia y el Ayuntamiento de la ciudad menorquina a encontrar una solución.

En este sentido, cabe recordar que el Ayuntamieno de Ciutadella ha propuesto la cesión de los terrenos de Santa Rita, para acoger los nuevos juzgados. El Ministerio lo ve con buenos ojos, pero todavía está analizando la viabilidad y la idoneidad de la parcela para construir el palacio judicial.

En el ámbito de la organización del trabajo, Terrasa se ha quejado de que el «objetivo irrenunciable y ambicioso» de la implantación del expediente judicial electrónico se haya abordado de modo «improvisado», manteniendo un sistema informático básico que es imposible compatibilizar con las nuevas funcionalidades. «Sería ridículo si no fuese patético», ha afirmado.

Más asuntos pendientes

Al concluir 2017, los juzgados y tribunales de Baleares tenían pendientes de resolver 60.627 asuntos, un 13,2 % más que un año antes, aumento en el que resulta decisiva la paralización de más de 4.000 documentos en los juzgados de instrucción por la demora en las traducciones y las tasaciones.

«No es un buen resultado», ha asegurado hoy el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), Antoni Terrasa, en la presentación de la memoria anual de la institución correspondiente al año pasado.

Durante el último ejercicio, los órganos judiciales del archipiélago ingresaron 154.643 asuntos, un 3,63 % más que en 2016, y resolvieron 147.088 procedimientos, un 3,54 % menos.

En números absolutos, los asuntos ingresados se incrementaron en 5.419, se resolvieron 5.402 menos y los pendientes aumentaron en 7.072.

Terrasa ha puesto el acento en los problemas en la fase de instrucción, donde «más de la mitad de los asuntos atrasados se deben a que no se entregan a tiempo las traducciones y las tasaciones» con lo que «se está corriendo el riesgo de prescripción» de los presuntos delitos que se investigan. «Estamos llegando a unos tiempos de demora insoportables», ha incidido.

«Es urgente una solución que no llega», ha recalcado el presidente del TSJIB, que ha lamentado la falta de cobertura de vacantes y la insuficiencia de las plantillas para realizar tasaciones y hacer traducciones.

Respecto a este último apartado, en el que se acumulaban al finalizar el año pasado 442 documentos pendientes, Terrasa ha descartado que el problema se centre en las traducciones de catalán y ha hecho hincapié en que esta cuestión, como otros problemas de la justicia, ha de abordarse con una mejor dotación de recursos, independientemente de que la gestión sea del Ministerio, como en Baleares, o esté transferida a la comunidad autónoma.

Según los datos de la memoria, el número de asuntos registrados aumentó en todas las jurisdicciones: un 0,5 % en la penal, un 8,8 % en la civil, un 10 % en la social y un 2,9 % en la contencioso administrativa, y la resolución se frenó en la penal (-5, %), contencioso-administrativa (-11,8 %) y civil (-0,8 %) y aumentó en la social (1,5 %).

La pendencia creció porcentualmente más en los juzgados y salas de lo social (23,8 %) y civil (20,1 %), seguidos de los contencioso-administrativos (16,1 %) y penales (7,5 %), y en números absolutos los aumentos más significativos se dieron en los órganos civiles (4.486) y penales (1.642).

Terrasa ha destacado el incremento de la pendencia en los juzgados específicos de violencia sobre la mujer de Palma, que en los casos civiles han cerrado el año con un 34 % más de casos pendientes y en los penales (los más numerosos), con un 17 % más.

Esto se debe, ha explicado al incremento del 63 % de los casos civiles y del 55 % de los penales, pese al notable incremento de la resolución, lo que pone de manifiesto la necesidad de un tercer juzgado, ha indicado.