El Ayuntamiento confía que a partir de 2019 pueda ejecutar el proyecto de restitución de la zona. | Josep Bagur Gomila

TW
7

Hace un año la Conselleria de Medio Ambiente del Govern anunció el compromiso de trasladar fuera de Menorca las 8.700 toneladas de lodos tóxicos de la antigua depuradora de Ferreries. Entonces lo ligó a que el Ayuntamiento redactara un proyecto para restituir la zona. El Consistorio entregó el proyecto al Govern en agosto del año pasado, y desde entonces está pendiente para ejecutarlo de que Medio Ambiente exporte los fangos.

El Ayuntamiento de Ferreries reclama a la Conselleria «celeridad» para que «el traslado de los fangos se ejecute este año», explica el alcalde Josep Carreres. La intención del Ayuntamiento es poder iniciar el año que viene el proyecto de restitución de las dos balsas afectadas para reconvertirlas en una zona húmeda y habilitar una área de descanso.

«Nosotros ya hicimos la parte que nos correspondía, y ahora estamos pendientes de Medio Ambiente, conscientes que hay voluntad política y disponibilidad económica para ello», asegura Carreres, quien ya ha solicitado un encuentro con el conseller Vicenç Vidal.

Ya se dijo que la exportación de los lodos «sería compleja» y que su contratación no sería inmediata. En enero la Agencia Balear del Agua (Abaqua) inició el expediente y contrató a una empresa para que hiciera prospecciones y analíticas «para determinar el grado de contaminación tanto de las aguas superficiales como de los lodos», explican desde la Conselleria. Ahora están en esta fase de análisis que es la que deberá definir cómo se debe hacer el traslado, cuál es la cantidad exacta y el coste que puede suponer. Una vez se dispongan de estos datos, Abaqua podrá redactar de los pliegos de la licitación del servicio.

Coste del traslado

De momento se desconoce lo que va a costar trasladar los lodos tóxicos de Ferreries a fuera de Menorca. No se sabrá hasta que Abaqua redacte los pliegos de licitación, y proponga un precio de salida para adjudicar el servicio. Antes es necesario determinar la cantidad exacta (en principio se habló de 8.700 toneladas). En un primer momento, sobre unas estimaciones iniciales Abaqua calculó que podría costar hasta dos millones, aunque el organismo autonómico confía poder rebajar el coste a un millón de euros. Enterrarlos en un sarcófago, como se había previsto inicialmente, habría costado 1,2 millones.