Es Mercadal ayuda a pagar unos limitadores de sonido a hoteles y locales que tengan música fuera. | Josep Bagur Gomila

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Es Mercadal dice adiós al huésped que más molesta a los vecinos de los establecimientos hoteleros: la música alta que suena en el exterior, en las terrazas. Y lo hace a través de una iniciativa novedosa en la Isla que ya funciona con gran éxito en enclaves como Calvià y Barcelona. El objetivo no es otro que ayudar a la convivencia entre turismo y vecindario.

La Policía Local podrá controlar, desde un ordenador, y sin necesidad de desplazarse, el ruido y el nivel de decibelios que se emite en las terrazas de los establecimientos, sobre todo, en hoteles. Y es que, el gran problema radicaba siempre en que cuando la Policía Local llegaba al lugar tras una queja vecinal, el establecimiento había reducido el volumen y, por tanto, la sonometría daba niveles dentro de los parámetros permitidos. Suponía igualmente un revés para el hotel, teniendo en cuenta que acababa por tener que parar la música y, por tanto, la actividad.

Estos aparatos de última generación que el Ayuntamiento de Es Mercadal obliga a instalar permiten almacenar el nivel de sonido y, por tanto, no hay posibilidad de mentir a la autoridad. Los limitadores de sonido con tacógrafo están conectados a través de internet con la Policía Local y por tanto, ofrecen información detallada de cuándo empieza a emitirse el sonido y si se cumplen todos los parámetros que marca la ordenanza.

Deben ser instalados por el establecimiento y al ser un modelo específico, tiene un coste que oscila entre los 4.000 y los 5.000 euros. Es por eso que el Ayuntamiento saca una línea de ayudas para todos los establecimientos turísticos y de restauración a través de la que subvencionará una parte de la instalación de estos aparatos con un máximo de 1.050 euros. Reserva 12.000 euros para esta convocatoria.

El alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, explica que la iniciativa está surtiendo efecto. Son varios los establecimientos que ya han solicitado documentación y han iniciado los trámites para instalar estos limitadores de sonido. «Ganamos todos», asegura, «porque, por un lado se ayuda al establecimiento con el coste y no se les parará la música si cumplen los límites, gana la Policía que va a tener un control máximo y los vecinos ganarán en tranquilidad». La subvención solo se otorgará a establecimientos que hagan actividades musicales al exterior y que instalen estos limitadores de sonido con tacógrafo concretos.

Avanza Ametller que todo establecimiento que quiera poner música en sus terrazas exteriores «debe disponer de una licencia específica de actividad y una autorización expresa municipal, y para darla exigimos este limitador con tacógrafo conectado a la Policía». Y «al ser más exigentes en el tipo de limitador a instalar, les ayudamos con su compra».

Ametller recuerda que el año pasado ya empezó la mano dura en este sentido puesto que fueron numerosas las quejas de vecinos por una música molesta, lo que creaba una mala convivencia. Se aplicaron medidas sancionadoras. No obstante, consideraron que debían poner en marcha otras vías a sumar a las sanciones, que ayudaran a mantener este equilibrio entre establecimiento y vecindario. Y aunque se aplica a todos los establecimientos, son principalmente los hoteles los que generan más quejas.