Al inicio del mandato los tres partidos acordaron revisar los tres enlaces polémicos con la voluntad de derribar los puentes

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Las dudas sobre la justificación técnica, las condiciones de seguridad para el tráfico rodado, el esfuerzo presupuestario que supone y la premura del tiempo dejan en este momento en el aire el derribo del puente de la estructura a doble nivel ya levantado en el cruce de La Argentina, en el kilómetro 8,2 de la carretera general. Al equipo de gobierno del Consell le aprieta ya el mandato y la decisión no está tomada. En el seno del equipo de gobierno está todavía el debate abierto. La voluntad de cumplir con lo prometido en el inicio del mandato (supresión de las tres rotondas a doble nivel anteriores a la llegada a Alaior) es unánime, pero la sintonía en la meta no es tanta a la hora de escoger el camino para alcanzarla. En el PSOE son más celosos a la hora de contar con los suficientes argumentos técnicos y económicos.

En octubre de 2017, cuando se conoció el informe de la Comisión Balear de Medio Ambiente que daba por óptima la construcción de una rotonda a un único nivel, con el consecuente derrumbe de la estructura ya levantada, la opción parecía darse por hecha. Se paralizó la redacción del proyecto del tramo Maó-Alaior a expensas de llevar a cabo la incorporación de la solución final, pero diez meses después esta no se ha producido. Distintas fuentes del tripartito han asegurado en distintos momentos que la decisión del derribo nunca ha estado cerrada.

Dentro del equipo de gobierno, el PSOE es el más reacio a forzar por el imperativo político un derribo del puente de La Argentina que tendrá un elevado coste económico cuando además ya se da casi por hecho (y en esto sí hay acuerdo a expensas de que se resuelva el encaje técnico en el proyecto de obras), el derrumbe de la estructura de Rafal Rubí, que tampoco va a ser barato. La contundencia del informe paisajístico y de patrimonio que avala este caso no es percibida por los socialistas, según ha podido conocer este diario, en La Argentina. No entienden que las circunstancias técnicas actuales (seguridad y económicas) justifiquen plenamente el derribo, que en este marco los informes de Medio Ambiente conduzcan directamente a optar por la voladura.

En Més per Menorca y Podemos también impera la prudencia, pero no al mismo nivel. Son más proclives a apurar la opción de encontrar un encaje técnico, aunque se intuya complicada, para justificar el derribo de La Argentina sin atender otras circunstancias con el mismo celo que el PSOE. La cautela y respeto por lo técnico es generalizada entre los partidos, pero no en el mismo grado, no en el nivel de importancia que se concede a cada factor en liza. A comienzos de este mes, el conseller de Movilidad, Miquel Preto, ya dejó abierta cualquier posibilidad, que supeditó a condicionantes que coinciden con los que están en estos momentos sobre la mesa de debate del tripartito.

Y todo esto cuando la decisión debe ser inminente si se quieren ver resultados antes de las próximas elecciones, algo que todos los partidos consideran importante de cara a sus respectivos electorados.

Mientras, el GOB divulgó este viernes un comunicado en el que informa de que una plataforma ciudadana ha iniciado una nueva campaña de recogida de apoyos para reclamar el derribo de las estructuras de La Argentina y Rafal Rubí. El GOB defiende para estos enlaces soluciones a un nivel, respetuosas con el entorno que no están reñidas con la seguridad. Aseguran que es el momento decisivo.