Govern y Ayuntamiento han visitado este jueves las instalaciones de la desaladora | Gemma Andreu

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La puesta en marcha de la desaladora de Ciutadella se retrasa a enero de 2019, tras más de diez años cerrada pese a que la infraestructura está ya preparada para servir agua potable.

La demoras para su puesta en funcionamiento durante este tiempo se han ido sucediendo, por diversos motivos, pero ahora parece que todo está ya a punto para que en unos meses la desaladora pueda abastecer a parte del municipio de Ciutadella.

Así lo desvelaron este jueves en su visita a las instalaciones el conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, la vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, el gerente de la Agencia Balear del Agua (Abaqua), Antoni Garcias y la concejal de Ciutadella, Noemí Camps.

Las obras para conectar la desaladora con Son Blanc acabarán dentro de un mes. El importe de estas obras, financiadas con los fondos de la ecotasa, han ascendido a 380.000 euros. Empezaron el 15 de mayo y está previsto que finalicen el 15 de octubre.

Estas obras son imprescindibles para poder abastecer los 950.000 metros cúbicos de agua desalada que consumirá cada año Ciutadella. El agua desalada llegará a las urbanizaciones de Cala en Bosc, parte de Son Carrió y Cala Blanca, Sa Caleta, Son Oleo y parte del núcleo urbano (la zona que va entre la calle de la República Argentina y el Passeig Sant Nicolau, hasta el Paseo Marítimo).

Antes pero será necesario tres cosas. Primero firmar un convenio con el que Abaqua ofrece los 950.000 metros cúbicos anuales a Ciutadella por 0,95 euros el metro cúbico; después que Abaqua adjudique la gestión de la planta por 670.000 euros anuales a una empresa privada (que está previsto para finales de este año); y por último que el Ayuntamiento de Ciutadella cambie la ordenanza para subir las tarifas del agua, para poder incluir el sobrecoste de 902.500 euros anuales que supondrá para las arcas municipales consumir agua desalada.

La nueva ordenanza, que se está ultimando, irá al pleno municipal de octubre donde se aprobará de forma inicial. Después pasará a exposición pública, para que los interesados presenten las alegaciones. Posteriormente se contestarán las alegaciones, con el objetivo de que en se pueda aprobar de forma definitiva en el pleno de diciembre, y pueda entra en vigor en enero de 2019.