La reforma del puerto de Fornells creará nuevos amarres

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El Plan General de Puertos de Balears planifica para Menorca un incremento de 509 amarres en pantalanes y otras 519 plazas en marinas secas públicas. Se trata de un crecimiento de más de mil plazas para embarcaciones para los próximos 15 años. Menorca pasaría de los 2.401 amarres a los 2.910, un aumento que procederá de la reforma del puerto de Fornells, la nueva ordenación en Cala Figuera, así como de la ampliación de la lámina de agua que se está tramitando en el puerto de Addaia. Y en cuanto a la marina seca, la Isla pasará de no tener plazas públicas a contar con más de medio millar.

Este Plan General apuesta por optimizar las instalaciones portuarias existentes «sin necesidad de ampliar ni construir nuevos puertos», aseguraba este miércoles el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, en la presentación de las propuestas que incluye el documento para los próximos 15 años en Menorca. Así, Pons, acompañado de Fernando López, director gerente de la empresa redactora del proyecto Aquatica Ingeniería Civil, ha aseverado que el objetivo principal es lograr el acceso universal al mar a partir de una serie de iniciativas concretas. Por un lado, se plantea una red de rampas de varada y, por otro, la creación de dos marinas secas públicas, unas alternativas al puesto de amarre en lámina de agua.

En cuanto a la red de rampas, el Govern indica que hay necesidad de actuar en algunas de las existentes para hacerlas más practicables y eficientes. Así, se proyecta una nueva rampa en Fornells (incluida en el proyecto de ordenación), la creación de una zona de aparcamiento diurno para remolques en la zona contigua a la rampa del puerto de Ciutadella, la construcción de parkings en Es Grau y en Na Macaret, además de la mejora de la de Sant Tomàs y la habilitación de un aparcamiento. En estos momentos hay 23 rampas fuera de dominio público y otras cuatro de Ports de Balears.

En lo que respecta a las marinas secas, las proyecta en zonas de dominio público como es el área de Cala en Busquets, donde da posibilidad de colocar una en altura y que permite el crecimiento de capacidad en un puerto tan limitado como Ciutadella. La segunda la ubica en Cala Figuera. Se proyectan para barcos de entre 8 y 10 metros de eslora y que suponen «una respuesta cómoda para quien usa una barca 20 días al año», indica Pons.

Fernando López hizo este miércoles especial hincapié en que esta planificación pone el foco en el navegante, en la necesidad de facilitar el acceso al mar de las personas y no tanto de las embarcaciones. El documento está en fase de consulta, pretende recibir la participación del sector y administraciones para que se lo hagan suyo.