Josep Castells, diputado de Més

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El diputado menorquinista Josep Castells insiste en su derecho a conocer las razones de la Unión Europea para negar la autorización a una tarifa plana en las rutas aéreas de Balears. Insiste porque ni la petición verbal ni la escrita realizada a la Conselleria balear de Movilidad han obtenido respuesta.

El 2 de noviembre pidió la documentación por escrito a través del Parlament y, ante la falta de contestación, realizó una pregunta oral el día 20 de ese mismo mes al conseller Marc Pons. Este reconoció que el Ministerio de Fomento había mandado «un escrito» a la Conselleria, pero no informó de su contenido, que es el objetivo que persigue el diputado menorquín, salvo los motivos de que hay varios operadores en estas rutas y que parte de la demanda -la de los residentes europeos- está subvencionada.

Pero no basta, no son convincentes, el diputado de Més per Menorca argumenta su derecho y el de los menorquines a conocer las razones que utiliza la Comisión Europea para negar la autorización de la tarifa plana balear. Los criterios generales de la Unión Europea tienen en cuenta las condiciones de territorio periférico y que los aeropuertos sean estratégicos para el desarrollo económico de ese territorio, dos condiciones que la Isla cumple de lleno. «¿Por qué se niega entonces esa autorización a Menorca y, en cambio, sí la tienen rutas de Córcega o de Cerdeña?», explica el diputado autonómico, quien añade el ejemplo más cercano de la línea Badajoz-Madrid.

Justifica su petición para conocer la argumentación europea porque, además, «nuestro próximo objetivo es lograr la Obligación de Servicio Público para la línea Menorca-Barcelona», que es la que absorbe la mayor parte del tráfico doméstico insular. Solo es operada por una compañía y «sufre los efectos perversos del descuento del 75 por ciento», recuerda en alusión al aumento de tarifas, que diluyen ese descuento y suponen un obstáculo añadido para el cliente en general que quiere viajar a Menorca.

Alega además la necesaria transparencia que merece un asunto que ha movilizado como ningún otro a la sociedad menorquina en los últimos años.