Una parte del muro del Camí de Baix fue retirada hace un año y se habilitó un montaje provisional que sigue allí. | Gemma Andreu

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La reforma integral del Camí de Baix de Ciutadella, una vía que enlaza con uno de los paseos más transitados, el Passeig Marítim, sigue siendo una obra pendiente en el municipio. El proyecto implicaría la restauración definitiva del muro que separa la citada vía con la zona del puerto, una parte del cual fue retirada hace ya un año por su mal estado.

Desde entonces, en el tramo entre la cuesta de la Reina y el Club Nàutic se han realizado actuaciones provisionales, como la instalación de un valla metálica y la habilitación de una especie de carril para peatones delimitado con barreras.

Dada la magnitud del proyecto, que en un principio deberá asumir el Ayuntamiento, la administración local defiende que el muro se encuentra en la frontera entre el territorio gestionado por Ports de les Illes Balears y el de competencia municipal. «Tenemos claro que el muro se encuentra en la frontera y entendemos que los justo es que sea responsabilidad de ambos. Así lo hemos manifestado ya al Govern y así lo seguiremos defendiendo», afirma el concejal de Urbanismo, José López.

Por ello, llegado el momento, el edil anuncia que pedirá formalmente la partida que corresponda al ente portuario. «Nosotros asumimos el proyecto, otra cosa es que nos reservemos el derecho a reclamar una partida concreta en referencia al muro», agrega. Asimismo, López reconoce que la competencia sobre el muro del Camí de Baix es un debate que todavía existe entre ambas administraciones, que no terminan de ponerse de acuerdo sobre a quién le pertenece. Por su parte, el Ayuntamiento tiene claro que se trata de una responsabilidad «a medias» y en la que Ports debería estar implicado.

«Ports está ejecutando obras en el puerto interior y hay una parte de ellas que influyen en servicios municipales y que, por lo tanto, asumirá y pagará el Ayuntamiento. La reparación del muro debería ser igual», ejemplifica López.

Aunque de momento será el Ayuntamiento quien llevará a cabo todo el proceso para licitar, adjudicar y ejecutar la reparación del muro, lo cierto es que Ports no se ha mantenido al margen de la situación del mismo. En 2017 encargó un informe para evaluar su estado y alertó de los resultados a la administración municipal. De hecho, fue a raíz de este informe, y de manera conjunta, cuando se decidió la retirada de la parte del muro que peores condiciones presentaba.

En paralelo al proceso administrativo para llevar a cabo la reforma, el Ayuntamiento no descarta realizar una segunda actuación puntual para, como mínimo, poder retirar las barreras y habilitar una pared de seguridad provisional hasta que no se ejecute el proyecto integral, con el fin de reducir el impacto visual que supone el montaje actual. «Así conseguiríamos, por lo menos, que a nivel estético la zona no se vea tan afectada», comenta López.

De momento, la licitación de la redacción del proyecto no ha sido publicada, aunque ese trámite se preveía en un principio parea el año pasado.