Imagen de una barca de arrastre de Menorca que sufrió la captura de una bala de paja. | F.B.C.P.

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Salieron a faenar y regresaron sin capturas que poder comercializar y con kilos de paja enganchados en las redes. Así han sido algunas jornadas de trabajo de las barcas de arrastre con puerto base en Ciutadella que, al igual que otras embarcaciones de Cala Rajada, Alcúdia y Eivissa, se han topado con un misterioso asunto que de momento no cuenta con explicación.

El presidente de la Cofradía de Ciutadella, Pedro Marquès, indica que las tres embarcaciones que se dedican a la pesca de arrastre extrajeron del fondo del mar balas de paja. Fue durante el último cuatrimestre del ejercicio pasado, en la zona norte, en concreto en el caladero de Fontanelles. El caso se repitió entonces para las embarcaciones de otros puertos mallorquines. Las hallaron en el Canal de Menorca, entre otras zonas. Y hace tan solo una semana otra embarcación del puerto de Alcúdia ha vuelto a extraer. En Ciutadella no se ha repetido el episodio.

A la extraña situación de sustraer paja del fondo del mar, se le suman las afecciones que ello genera por el enganche de las balas en las artes de pesca. Y es que, tal como explica Marquès, las capturas se hacen inservibles. «La gamba llega toda rota y aplastada por el peso de la paja, por lo que los pescadores regresan de faenar sin capturas aprovechables, han perdido la jornada», pese a haber consumido combustible para faenar. A ello, hay que sumar el arduo trabajo de eliminar toda la paja enganchada en las redes. Recuerda Marquès que una embarcación de Ciutadella tuvo que remolcar las balas y sacarlas del agua con la ayuda de un camión-grúa.

La Federación Balear de Cofradías de Pescadores lleva varios meses controlando esta «misteriosa» situación, según indica su secretario Antoni Garau. Y pese a la insistencia, la Conselleria de Medio Ambiente del Govern, «solo calla». La Federación reclama al Ejecutivo que localice las balas que reposan en el fondo del mar y las extraiga para acabar con estos episodios. Pese a ello, el Govern asegura no tener ningún tipo de información al respecto.

Antoni Garau explica que la Federación hizo el año pasado una primera valoración de las pérdidas generadas en el conjunto de las ocho embarcaciones de Balears que han ‘pescado’ paja y alcanzaba los 12.000 euros. A las pérdidas económicas, Garau agrega la peligrosidad que supone tener que extraer este material para los pescadores. Es una maniobra complicada.