El centro base de atención a la discapacidad y la dependencia, ubicado en la calle Vives Llull de Maó. | Gemma Andreu

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El servicio de valoración de la discapacidad del Centro Base de Personas con Discapacidad y Dependencia de Menorca continúa sin médico. Lleva así siete meses, en concreto, desde mediados del mes de agosto pasado, cuando el galeno que ocupaba la plaza se fue.

La consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, confirma que no encuentran a profesionales que quieran ocupar tanto esta plaza como las de Eivissa y Formentera. Están dotadas y cuentan con la financiación respectiva, pero no hay profesionales dispuestos a cubrirlas. Una situación que ha trastocado el funcionamiento del servicio en la Isla, hasta el punto de que las valoraciones que debe realizar el médico acumulan ya cuatro meses de retraso y el enfado de las personas afectadas que ven como la evaluación del grado de la discapacidad se dilata en el tiempo.

Santiago explica que las valoraciones que realizan el trabajador social y el psicólogo funcionan correctamente, «están al día, nos encontramos en el mes de febrero». El problema radica en la valoración que depende del galeno y que, desde agosto se remienda con el traslado una vez por semana de un profesional desde Mallorca. Pese a ello, no es la solución ideal ya que ha acabado lastrando el funcionamiento del servicio en Mallorca. Hay que puntualizar que no todas las personas pendientes de valoración deben pasar por los tres profesionales, sino que ello depende de cada caso y circunstancia.

Después de que el bolsín que se creó para disponer de profesionales interesados en ocupar la plaza se agotara, la Conselleria ha vuelto a crearlo. La consellera confirma que hay personas interesadas, no obstante, están a la espera de que se publiquen las listas definitivas para iniciar la rueda de contactos y contratar lo antes posible al nuevo médico. Será inminente. Santiago confía en que una vez se incorpore el galeno esta lista de espera va a regularizarse.

Además, en este empeño de la Conselleria en «hacer atractivo el puesto», tal como señala Fina Santiago, y dar un vuelco a la situación para poder recuperar la normalidad en todas las islas, el departamento ha aprobado un incremento del sueldo de estos profesionales. «Hemos incrementado tanto el nivel como el complemento específico», asegura la responsable del ramo, quien avanza que esta apuesta del Govern para atajar de raíz el problema representa que cobrarán 5.000 euros más al año todos los médicos que formen parte de este servicio de valoración. Así, pese a que no es comparable con las nóminas y las retribuciones económicas de los médicos del Servei de Salut, ya que son vías distintas y no son equiparables, lo que está claro es que se reducen las diferencias entre los dos colectivos.

Fina Santiago indica que el problema con que se han topado las islas no es único del enclave sino que se repite en otras comunidades autónomas. Es por eso que «insistimos en que es necesario modificar la normativa que lo regula», ya que «no da resultado». Su empeño radica en que no sea necesaria la figura de un médico para llevar a cabo estas valoraciones, sino que pueda ser un sanitario (por ejemplo, un profesional de enfermería o fisioterapia), el que se encargue de todo el proceso y sea, finalmente el médico el que lo certifique. Se agilizaría la valoración. Santiago pone el caso de la valoración de la dependencia que no dispone de médico, ya que los informes los realizan el galeno de Atención Primaria. En discapacidad no se puede. Fina Santiago tiene claro que todos estos obstáculos tienen un afectado: el ciudadano.