Imagen de la sala VIP Formentor del Aeropuerto de Palma de Mallorca, una de las tres de que dispone

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La futura sala VIP del Aeropuerto de Menorca se llamará Tramuntana, estará situada en la tercera planta sobre el actual dique de embarque –donde hasta ahora se ubicaban oficinas que se trasladan a otra zona del recinto aeroportuario–, y está en obras de remodelación. Al mismo tiempo Aena ha abierto ya la licitación para contratar la gestión integral de este espacio. La contratación de este servicio será por un máximo de 266.148 euros (sin impuestos) al año pero Aena espera rentabilizar la instalación, ya que se estima que 18.055 viajeros la utilicen anualmente.

El acceso a estas salas de espera exclusivas es posible mediante la compra de entrada, directamente en el mostrador y también en la página web, o como ventaja extra para aquellos pasajeros de las compañías aéreas de clase preferente, así como los titulares de las tarjetas de fidelización de aerolíneas y otros programas de tarjetas bancarias. El precio por ejemplo en una de las salas VIP de Palma es de 33,9 euros para un adulto por cuatro horas, 15,6 euros para un niño de 6 a 10 años; en Menorca el precio aún está por determinar, pero oscilará entre los 20 y los 30 euros.

Exclusividad

Eso sí, la estancia en estas áreas cerradas y exclusivas de los aeropuertos hacen mucho más relajada y agradable la espera, porque cuentan con todo tipo de comodidades. Prensa (general, deportiva, extranjera), tablet, comida variada y sana (eso incluye fruta fresca y nada de marcas blancas, especificado por el pliego de condiciones), papeleras de diseño, menaje elegante (adiós a los vasos y platos desechables), envoltorios de snacks y otros productos que no se parezcan a los que se extraen de las máquinas vending del aeropuerto, música ambiental, objetos de baño que incluyan colonia, perfume, limpia zapatos, cepillo de viaje y productos de higiene femenina, entre otros, e información constante por megafonía (algo que ya se ha dejado de hacer en la sala de embarque convencional, donde hay que estar atento a los paneles informativos) de la hora del vuelo y posibles cambios. Porque se trata de que el pasajero espere lo menos posible en el dique de embarque, lo ideal es que del confortable sofá pase al avión.

Controles

Aena realizará periódicamente encuestas de satisfacción entre los usuarios de la sala VIP sobre los servicios y subservicios, y bonificará a la adjudicataria la excelencia de los mismos. Con 202,60 metros cuadrados, la sala Tramuntana tendrá recepción, acceso para autoridades, varias zonas de descanso y de trabajo, un despacho, espacios para el catering y los aseos. Tendrá vistas al lado aire del aeropuerto, las pistas, y también a la terminal.

Abrirá a las 6 de la mañana y cerrará a las 10 de la noche en invierno y a las 12.30 en verano

El horario de la sala Tramuntana se adaptará al de la operatividad del aeropuerto. Así, en invierno abrirá a las 6 de la mañana y cerrará a las 22 horas (desde el último domingo de octubre hasta el sábado anterior al último domingo de marzo), mientras que en verano, cuando aumenta el tráfico aéreo, funcionará hasta las 00.30 horas (desde el último domingo de marzo hasta el sábado anterior al último domingo de octubre). El pliego técnico obliga a la adjudicataria a adaptarse a circunstancias excepcionales, como puedan ser grandes demoras en salidas programadas de vuelos. En ese caso deberá garantizar la prestación adecuada del servicio, prolongando la apertura de la sala hasta la salida del último vuelo.

Por otro lado, Aena exige a las empresas que se presenten a la licitación la elaboración de un plan de contingencia, breve y conciso, en el que deberán suponer diferentes situaciones y proponer soluciones para minimizas su incidencia. En emergencias como huelgas en el aeropuerto menorquín o en otros, restricciones en el espacio aéreo, atentados, ceses de actividad de aerolíneas y grandes retrasos la adjudicataria tendrá un plan para atender dichas contingencias.