La empresa de pirotecnia de Faura (Valencia) hará el desplazamiento con los fuegos artificiales de las fiestas de Ciutadella el día 24 para detonarlos el 25 | JOSEP BAGUR GOMILA

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La mediación del Consell ha permitido asegurar la continuidad de los fuegos artificiales que clausuran las fiestas patronales de todos los pueblos y pedanías de la Isla, ya que en función de la nueva normativa solo pueden permanecer en el lugar donde van a ser lanzados un máximo de 14 horas. La institución insular, en principio, se hará cargo de los gastos derivados del obligado transporte individual de los fuegos que suministra el fabricante valenciano Pirotecnia Lluch, con un coste que rondará los 2.000 euros.

La aplicación progresiva del Real Decreto 989/2015 que contempla el Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería suponía, a partir de este año, un contratiempo para los ayuntamientos que adquieren el material, de forma conjunta para abaratar costes. El fabricante, que también es distribuidor y montador, hasta ahora realizaba un solo desplazamiento a la Isla con la carga de todos los pueblos, y la dejaba depositada en el polvorín de la Estación Naval de Maó, gracias a la intermediación del Consell que solicitaba el oportuno permiso a la Comandancia Naval. Posteriormente cada semana acudía un montador para recoger la pirotecnia contratada correspondiente al ayuntamiento en fiestas y la instalaba en el lugar designado.

Con la aplicación de la nueva ley, derivada de los atentados del 11M de 2004 en Madrid, los almacenes donde se depositen los fuegos artificiales deben reunir unas condiciones de seguridad específicas. En Menorca no hay ninguno de estas características y tampoco pueden utilizarse los de las instalaciones militares, como podrían haber sido la propia Base Naval, los antiguos cuarteles de Es Mercadal, San Felipe o la base de San Isidro, sobre las que se había trabajado gracias a las gestiones del coronel jefe del Consorcio Militar, Javier Castro, revela el hasta ahora edil responsable de fiestas del Ayuntamiento de Maó, Héctor Pons.

La Ley concede 14 horas al distribuidor para permanecer con la carga pirotécnica en el lugar donde ha de instalar el castillo de fuegos artificiales, que en el caso de Menorca, previa consulta con Guardia Civil, única autoridad en el traslado, puede ampliarse al menos un día más en función de la complejidad del viaje, siempre que se apliquen los protocolos de seguridad. Así se hará en los ocho desplazamientos que deberá realizar a la Isla el fabricante valenciano, ya que prevé aprovechar al menos dos de ellos para unir dos cargas por la proximidad de las fiestas en Fornells y Es Castell, por ejemplo. «No hay problemas, cumpliremos la ley como debe ser, el Consell nos ha dado el visto bueno e indicado que sigamos adelante», explica Juan Miguel Lluch, responsable de la empresa.

El gasto total de los desplazamientos que realice el fabricante vía marítima con una furgoneta homologada estarán, probablemente, en torno a los 2.000 euros, aunque el empresario todavía debe presentar el presupuesto al Consell. «Lo valoraremos porque tenemos la predisposición para seguir ayudando», explica el director insular de Presidencia, José Carbonell. «De una forma u otra, quizás también con los ayuntamientos, hallaremos la fórmula y habrá fuegos artificiales en toda Menorca, está confirmado», añade.

De cara a las inminentes fiestas de Sant Joan, Juan Miguel Lluch informó ayer que el traslado de los fuegos artificiales que se lanzarán el día 25, se hará el día antes previa comunicación y autorización de la Guardia Civil.