Los hoteles mejoran la ocupación en julio gracias a las ofertas

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Los hoteles menorquines han cerrado el mes de julio, el primero de la temporada alta, con un incremento de la ocupación. Después de tres años consecutivos registrando descensos de las plazas ocupadas, los establecimientos menorquines se han llenado al 86,82 por ciento, 1,14 puntos porcentuales más que hace un año en las mismas fechas, aunque ese aumento no se ha trasladado a los indicadores de rentabilidad, que se han resentido por la ligera caída de las tarifas medias.

Las estadísticas de coyuntura hotelera publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no reflejan grandes descalabros, como algunos temían, pero sí muestran un cambio de tendencia. Si en los últimos tres años, desde 2016, se había acumulado un incremento de los ingresos por habitación disponible (RevPAR), el principal indicador de rentabilidad del sector, del 24,6 por ciento; este mes de julio ha dejado un ligero descenso del 0,72 por ciento. Los índices de rentabilidad se estancan, pero lo hacen en niveles altos. El año pasado los 110,8 euros ingresados de media por habitación marcaban el récord histórico, este año esa cifra se ha situado en 110 euros. El montante contrasta, por ejemplo, con los 88,9 euros que ingresaban en 2015 y mucho más con los 55,2 euros del año 2010.

Precios

Detrás de ese freno a la mejora de la rentabilidad hotelera y también detrás del crecimiento de la ocupación en plena guerra comercial con otros destinos del Mediterráneo, se encuentran los precios. Efectivamente la estadística oficial revela un descenso de la tarifa media diaria (ADR en sus siglas en inglés), los ingresos promedio por habitación ocupada, pero ese descenso está lejos de los grandes descensos que se auguraban. El mes de julio ha concluido con un ADR de 120,4 euros, un descenso del 3,7 por ciento.

Es ciertamente un cambio de tendencia ya que ese indicador no había dejado de crecer desde 2016, sin embargo, cabe subrayar que se sitúa como la segunda tarifa más alta de la serie histórica, solo superada por los 124,1 euros de hace un año. De nuevo el análisis de evolución refleja grandes diferencias con unos años atrás. La tarifa media era en 2015 de 94,7 euros y en 2010, cuando tanto el indicador de tarifa, como de ingresos tocaron fondo, se quedó en 68,8 euros.

En cuanto a la estancia media, en julio se ha situado en 6,23 días, la cifra más baja desde 2015 y muy alejada de los 7,28 días que se registraban en el año 2011. Los turistas acortan sus periodos vacacionales provocando una mayor rotación de clientes en los establecimientos menorquines, que no obstante, han cerrado julio con una ligera pérdida de pernoctaciones del 0,19 por ciento. Detrás de ese descenso está la pérdida de clientes nacionales, que el repunte de extranjeros no ha logrado compensar.

Menorca ha sido en el mes de julio la única isla balear que ha registrado una mejoría de la ocupación en relación al mismo mes del año 2018. En Mallorca ha caído 3,14 puntos y en Eivissa se mantiene igual (una caída mínima, 0,01 puntos). En cuanto al indicador de rentabilidad, se sitúa en medio del incremento de Mallorca, del 2,45 por ciento, y el descenso de Eivissa, del 2,38 por ciento.