Canalización del gas en la calle Isabel II de Maó meses atrás aprovechando la realización de obras urbanas que obligaron a abrir este tramo

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Una red de gas que suministre a los principales núcleos de población -20 eran los previstos en el proyecto original- se disipa a medida que pasa el tiempo. Adjudicado por el Govern Bauzá en marzo de 2015 a Gas Natural Fenosa, no ha logrado superar la oposición de algunos colectivos ni recibir el impulso necesario de los gobiernos locales.

La última novedad en torno al tortuoso camino recorrido por el proyecto, que ahora gestiona Naturgy a través de Nedgia, es la modificación del proyecto que propone Juan Pedro Yllanes, vicepresidente y conseller de Transición Energética, que centraliza la red en los dos principales núcleos de población y en sus respectivos polígonos industriales.

Esa modificación debe realizarse en colaboración con ayuntamientos y Consell y de la respuesta más funcionarial que política de Yllanes ayer en el Parlament no se infiere precisamente que sea rápida. «Trabajamos para agilizar los trámites que nos corresponden», dijo ayer en el Parlament al responder a una pregunta del PP-Menorca.

La modificación, en todo caso, ha de enmarcarse en la estrategia 2030 y en el horizonte 2050, fecha para la que la Unión Europea ha marcado caducidad para los combustibles fósiles. De modo, que a la energía puente, como se ha llamado al gas, se le estrecha el campo y el tiempo de despliegue en la Isla. La empresa, tras cuatro años de demora, sigue a la espera de que el Govern autorice la última modificación conocida.

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