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La plaga que deshoja los pinos y los debilita no remite. Nueve de cada diez pinos padecen una defoliación clasificada entre el nivel tres y cuatro de los cinco eslabones posibles, es decir, que se encuentran en un estado de afectación entre intermedio y alto. No se percibe una reversión. A los árboles les cuesta recuperarse. La Isla lleva dos años manteniéndose en porcentajes altos de procesionaria.

La jefa del Servicio de Sanidad Forestal del Govern, Sandra Closa, indica que ante un alto nivel de infestación y el consecuente debilitamiento de los árboles, la procesionaria tiene menos alimento y, por tanto, suele reducir su incidencia. Pero, en el caso de algunas zonas de Menorca, estos efectos de reversión no se están detectando.

La Conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern realiza cada año un mapa de afectación con el objetivo de controlar el avance de esta oruga urticante y fijar medidas. Y de un bosque de pinar en la Isla que ocupa 11.071 hectáreas, 9.635 están clasificadas entre el nivel 3 (8.243 hectáreas) y 4 (1.392 hectáreas). Se trata del 87 por ciento sobre el total.

Estos porcentajes son prácticamente iguales a los registrados el año pasado cuando el nivel de infestación en los estadios 3 y 4 rondaba el 91 por ciento (sí es cierto que había más hectáreas del nivel 4 que ahora, pero menos del 3). Pese a ello, este 2019 ha aumentado también el porcentaje de pinar que está en estadios inferiores. En concreto, se ha multiplicado el número de hectáreas que se encuentran en el segundo eslabón, al pasar de las 713 hectáreas del año pasado a las 1.410 de ahora.

Cabe señalar a su vez que no existe en la Isla ninguna zona de pinar que esté en el nivel cero, que se refiere a presencia de procesionaria pero sin causar aún daños al árbol. Tampoco existe el nivel cinco, el de mayor agresividad para la masa forestal.

Para conocer el alcance de esta evolución que está marcando la plaga de la procesionaria, basta con echar un vistazo al mapa de afectación del 2016. En aquel año solo el 23,5 por ciento de los pinos se encontraba en los niveles 3 y 4. La mitad de la masa de pinar tenía un nivel 2.

Sandra Closa intuye que esta temporada será de nuevo virulenta y mala para el conjunto del bosque de pinar de la Isla. La zona que se fumiga es reducida con respecto al total.

El Govern tratará 1.650 hectáreas por vía aérea esta semana

Esta misma semana, posiblemente a partir de hoy si la meteorología lo permite, el Govern iniciará el tratamiento aéreo para luchar contra la procesionaria del pino. Lo hará con un producto biológico y los pinares escogidos responden a dos criterios. Por un lado, que sean zonas debilitadas con riesgo para la supervivencia de los árboles, como podría ser la zona arrasada por el cap de fibló, áreas afectadas por incendios, con presencia de insectos perforadores o en zonas que han padecido defoliaciones sucesivas. Por otro, en áreas forestales de uso público.

En concreto se tratarán 1.650 hectáreas y será un helicóptero Bell 206 Jet Ranger el encargado de llevar a cabo los trabajos. Las previsiones son que en dos días se pueda concluir esta fumigación aérea. Aunque dependerá de las condiciones de cada jornada de trabajo. La jefa del departamento, Sandra Closa, indicó ayer en una jornada organizada para dar a conocer el dispositivo, que este es el momento óptimo de actuar, cuando ya han eclosionado casi el cien por cien de las orugas. Las que quedan, lo harán estos días.

Hay que indicar que al ser un tratamiento biológico solo tiene una persistencia sobre las hojas de entre siete y diez días y es efectivo en orugas de pequeño tamaño. Cuando estas comen las agujas del pino tratadas con Bacillus thuringiensis kurstaki les provoca una especie de gastroenteritis, dejan de comer y acaban muriendo por inanición.

La dosis que se utilizará para este tratamiento aéreo será de 2,5 litros por cada hectárea. Se han excluido núcleos urbanos, masas de agua, asentamientos apícolas y cultivos de agricultura ecológica.

El contrato para estos trabajos es de cuatro años y el Govern analizará en cada ejercicio qué necesidades presentan los pinares. Pueden tratarse un máximo de 2.000 hectáreas cada año.

No se fumigaba por vía aérea desde 2014.