Imagen del casco urbano de la ciudad de Maó | Javier Coll

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Las estaciones de medición de la calidad del aire de la zona de Maó acumulan en lo que va de año –del 1 de enero al 30 de septiembre– un total de 55 superaciones del nivel de ozono troposférico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de días en que se han rebasado los 100 microgramos por metro cúbico de este contaminante atmosférico, según el informe «La contaminación por ozono en el Estado español durante 2019», hecho público este martes en Barcelona por la organización Ecologistas en Acción.

El balance contrasta con las 139 superaciones que se registraron a lo largo del año 2018 y también con el registro marcado por la estación de medición ubicada en Ciutadella, en la que el número de jornadas en que se superaron los niveles máximos recomendados para la salud pública se quedó en 28, prácticamente la mitad. La comparación con el resto de zonas de medición de Balears deja a Menorca en buen lugar ya que las zonas de Llevant y de Ponent son las dos que presentan menores días de superación, muy alejadas de la zona que ha registrado más contaminación por ozono, Eivissa y Formentera con 124 jornadas.

Más allá de los niveles de ozono que exceden lo recomendado por la OMS, el informe también hace hincapié en las zonas en que se supera el objetivo legal para la protección de la salud, establecido en un máximo de 25 días en que se rebasan los 120 microgramos por metro cúbico en los últimos tres años, de 2017 a 2019. En ese sentido asegura que solo este año se llevan registradas doce jornadas de superación en la zona de Maó-Es Castell, una de las tres de Balears en que se superan los parámetros legalmente establecidos.

Desde Ecologistas en Acción destacan que aproximadamente 35.940 habitantes de Menorca, los que habitan la zona de medición del levante menorquín, respiran aire con excesos de ozono, un contaminante complejo que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre favorecido por la alta radiación solar y por precursores como los óxidos de nitrógeno, provocados por la circulación de vehículos y barco y por actividades industriales como la central de Maó.