MENORCA - Regar con agua depurada todo el año será imposible sin la desaladora | Josep Bagur Gomila

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Los acuíferos de Maó y Ciutadella, de los que cada año se extrae más del 70 por ciento de los recursos hídricos que se consumen en Menorca, arrastran un problema de sobreexplotación que se hace especialmente evidente en la zona de Ponent. Según los documentos iniciales de la revisión del Plan Hidrológico de Balears, en el global del año 2018, el nivel de extracciones registrado en la masa subterránea de Ciutadella ha superado en un 36,33 por ciento la capacidad del acuífero de regenerarse de forma natural.

De las 87 masas subterráneas identificadas en todo el archipiélago balear, solo hay tres acuíferos que sufren mayores problemas de sobreexplotación que el de Ciutadella, dos en Eivissa (Porroig y Serra Grossa) y el de Formentera. En Menorca, también el de Maó presenta un índice de explotación superior al del agua disponible en el acuífero, aunque en este caso la superación es muy inferior, del 5,5 por ciento, según los datos publicados por la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern.

La directora general, Joana Garau, advierte de que «lo que todo esto nos está diciendo es que hay que reducir las extracciones antes de que empeoremos la calidad. Lo que sabemos es que cuantitativamente nos estamos pasando. Estamos extrayendo más agua de la que tenemos disponible. Y esta tendencia se debe revertir». Esa excesiva explotación de los acuíferos provoca una mayor entrada de agua desde el mar y la consiguiente salinización de las aguas, que en Ciutadella –también en el pequeño acuífero de Tirant– presentan excesos de cloruro. En ambos casos también se registra un exceso de nitrato, en este caso por la incidencia del sector agroganadero, aunque Garau matiza que más que probablemente se debe a actividades antiguas.

El mapa general del estado de las seis masas subterráneas de agua de Menorca revela que la mitad (Maó, Ciutadella y Tirant) presentan un mal estado, y la otra mitad está en buen estado, aunque cabe subrayar de nuevo que los acuíferos de Migjorn Gran, Sa Roca y Addaia suponen al cabo del año menos del 30 por ciento de las extracciones. El caso de Maó es diferente al de Ciutadella y Tirant ya que los análisis generales no revelan un problema de contaminación, sino únicamente de sobreexplotación (que puede terminar propiciando la contaminación).

A pesar de que los pozos de abastecimiento de los municipios del levante menorquín presentan habitualmente excesos en el nivel de nitratos, Garau explica que eso se produce porque esas zonas de extracción están efectivamente en mal estado, aunque la monitorización global de la masa de agua de Maó, la que registra mayores niveles de extracción de la Isla, muestra resultados óptimos.