José Saavedra, junto a Héctor Pons | Javier Coll

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El grupo de trabajo creado para solventar el problema tributario que pesa sobre el campo de San Carlos celebró este miércoles una primera reunión en la que se clarificó cuál es la situación actual, para que sea un punto sólido de partida para solventarlo. Participan en esta comisión representantes de la entidad San Carlos SA, propietaria del terreno de juego, la Unión Deportiva Mahón y el Ayuntamiento de Maó. Cabe recordar que San Carlos SA arrastra una deuda de IBI por 97.000 euros que hace que exista el riesgo de que se ejecute un embargo inminente, lo que conllevaría que el campo se tuviera que subastar para saldar este impago. La orden de embargo se formalizó en 2017 y el Consistorio ya tiene tasaciones sobre la mesa.

El objetivo del grupo de trabajo es encontrar una solución definitiva para la situación del campo que evite el embargo en primera instancia y resuelva el agravio en inversiones que se produce por el hecho de ser un espacio privado. La urgencia del conflicto impositivo se demuestra en el hecho que la primera sesión del grupo de trabajo se ha realizado justo una semana después de la reunión en la que se expuso por parte del equipo de gobierno municipal la delicada situación a los integrantes de la sociedad.

Las partes, aseguran desde el Consistorio mahonés a través de un comunicado, se emplazaron a una próxima reunión que se ha previsto celebrar a principios de enero, «en la que se va a empezar a trabajar en el planteamiento de las diferentes opciones posibles que puedan dar salida a la situación actual».