Una caja de Champix sin subvención cuesta entre 125 y 135 euros | Gemma Andreu

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La financiación por el Sistema Nacional de Salud de dos medicamentos para dejar de fumar, Champix (vareniclina) y Zyntabac (bupropion), desde el pasado día 1 se ha anunciado con una gran campaña mediática pero lo cierto es que no es posible todavía en Menorca (ni en el resto de Balears) comprar estos fármacos con la subvención del Ministerio de Sanidad.

La razón no es otra que la presentación. Y es que las farmacias no disponen físicamente del medio para facturar los medicamentos, esto es, con los envases que tienen el cupón de precinto recortable que les permite luego a las boticas cobrar de la Seguridad Social. De este modo, si alguien acude con la receta de su médico a una farmacia a solicitar estos medicamentos tendrá que esperar. La opción de pagar íntegramente el fármaco tampoco existe en estos momentos, ya que ayer mismo la Cooperativa Farmacéutica de Menorca (Cofarme) remitió una circular a los establecimientos para que devuelvan sus existencias y de ese modo retornarlas a los laboratorios; de ese modo se envasarán ya con el cupón recortable que permite dispensar los medicamentos con cargo al Sistema Nacional de Salud (SNS). Desde el centro de información del medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears señalaron ayer que se está gestionando con el IB-Salut cómo resolver esta situación, aunque realmente la financiación de estos fármacos antitabaco corresponde al Ministerio. Los farmacéuticos calculan que a partir de la próxima semana puede quedar resuelta esta transición, debido a que la entrada en vigor de esta financiación ha coincidido con las fiestas navideñas y eso dificulta todas las gestiones administrativas. No es un problema exclusivo de Menorca sino de toda la comunidad autónoma. «Nos llaman de algunas farmacias que atienden a pacientes con receta pero no pueden dispensar estos medicamentos», aseguraron ayer desde el Colegio de Farmacéuticos.

La diferencia entre los medicamentos que ahora pasan a financiarse con recursos públicos y los tratamientos tradicionales a base de nicotina (parches o chicles) es que la vareniclina o el bupropion son principios activos y actúan sobre los receptores de la nicotina, para aliviar los síntomas del deseo compulsivo de fumar y del síndrome de abstinencia. Como todos los medicamentos, también pueden provocar efectos secundarios. Todo el proceso de deshabituación tabáquica se someterá a un estricto control médico. Así lo especifica también la circular remitida a las farmacias. Hará falta receta, la evolución del paciente y los resultados se medirán por el médico del programa de dehabituación tabáquica de cada comunidad autónoma y si en 7 semanas no se observa efecto alguno el tratamiento se interrumpirá. La implicación y la voluntad de dejar el tabaco del paciente seguirá siendo fundamental.