Imagen del patio de la ‘escoleta’ Es Passerells de Maó, sin actividad. | Gemma Andreu

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«Dada la situación de estado de alarma, el convenio firmado entre el Ayuntamiento de Maó y la Cooperativa de Escuelas Infantiles para la prestación del servicio se ha visto interrumpido y por lo tanto, el sustento económico de la Cooperativa (...). La Cooperativa ha tenido que tomar medidas excepcionales, como acogerse a un ERTE por fuerza mayor, por lo tanto, todas las personas se encuentran en el paro hasta que se levante el estado de alarma». Así anuncia la Cooperativa de Maó la necesidad de acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo para poder garantizar su estabilidad económica. Y la situación se ha ido repitiendo en el caso de empresas que mediante convenio o contrato están ofreciendo un servicio municipal y que, ahora, no se puede ejecutar.

En el caso concreto de las escuelas infantiles, hay ayuntamientos que tienen externalizado el servicio -Ferreries, Alaior, Es Mercadal, Maó y cuatro escoletes de Ciutadella- y las empresas que lo gestionan han optado por el ERTE o al menos, los ayuntamientos así se lo han recomendado. La caída de los ingresos, tanto municipales como de las cuotas, les ha abocado a ello. Aunque las situaciones son algo distintas en cada caso.

En Maó, el Consistorio indica que «la Cooperativa ha solicitado la suspensión del contrato y hemos aceptado». No obstante, anuncia que «estamos estudiando la manera de hacernos cargo de los gastos que no cubra el Estado» para que el personal pueda cobrar «la totalidad de su salario». Hay que recordar que el ERTE cubre el 70 por ciento de la base reguladora.

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En Alaior, el Ayuntamiento ha apostado para que el servicio se pueda mantener, de ahí que se haya comprometido a pagar la totalidad de la cuantía correspondiente del mes de marzo a la empresa y sin restar los días del estado de alarma. Y a partir de abril se ha acordado un ERTE parcial. Las once educadoras seguirán contratadas 10 horas semanales para ofrecer apoyo a las familias, aportar vídeos y actividades para los usuarios y mantener el apoyo a niños con necesidades especiales, además de preparar el proceso de admisión y la matrícula para el próximo curso. «Es un error paralizar el servicio y no ofrecer nada a las familias», asegura el concejal Cristóbal Marqués.

En Es Mercadal, la intención de la cooperativa también es aplicar un ERTE y el alcalde, Francesc Ametller, analiza cómo poder soportar el 30 por ciento que quedará en el aire del salario. «No tengo intención de suspender nuestra parte», apunta el alcalde, Francesc Ametller. La alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer, también asegura que «el compromiso es «acompañarles para que no queden desprotegidos» tras recomendar el ERTE a la cooperativa. Y en Ciutadella, la situación afecta a cuatro escoletes. Tres son de gestión municipal o autonómica.

Muy distinta es la situación de las escoletes con personal municipal. En Sant Lluís «queda en la misma situación que el resto de personal municipal», y dedican el tiempo a preparar trabajos para las familias por vía telemática. Igual ocurre con Es Migjorn Gran y Es Castell, donde los ayuntamientos siguen asumiendo sus nóminas y los trabajadores preparan el próximo curso.

Lo que analizan los ediles es la compensación a las familias de la parte del mes de marzo sin servicio y la suspensión del cargo de la cuota del mes de abril.