Trabajadores sanitarios, ayer, en el mostrador de atención al público del centro de salud de Canal Salat de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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Alrededor de cuatro mil menorquines, 2.834 para acudir a la consulta del especialista y 1.103 para pasar por quirófano, aguardan a ser reevaluados y citados por los profesionales del Área de Salud con la puesta en marcha del plan de reactivación asistencial, presentado ayer por el director general del IB-Salut, Juli Fuster, y la directora asistencial del Servicio de Salud, Eugènia Carandell.

La sanidad pública reactivará de forma escalonada, en una primera fase del plan, una tercera parte de su actividad habitual, que se vio totalmente trastocada y paralizada por la necesidad de responder a la pandemia de covid-19, cuyos circuitos y estructuras de atención se mantendrán por si hay un rebrote o una segunda oleada del coronavirus, afirmó Fuster. Esa necesidad de prever posibles repuntes de la epidemia y el distanciamiento social, evitando aglomeraciones en salas de espera y potenciando la atención telemática y telefónica, no permite por ahora recuperar el cien por cien de la actividad. Los 3.937 pacientes que figuran en las listas de espera diarias de consultas externas y quirúrgicas del Hospital Mateu Orfila, contabilizados en el portal del IB-Salut a fecha de 23 de abril, se han acumulado desde que el pasado 17 de marzo se suspendieran consultas y cirugías debido al estado de alarma, y además suman los enfermos que ya estaban en espera antes de la crisis sanitaria. Hay 650 pacientes que esperan visita con el especialista hace más de dos meses y muchos otros, sin cuantificar, que aguardan a ser derivados desde sus médicos de familia, ya que todo ese flujo de enfermos se contuvo, para centrar esfuerzos en la lucha contra la covid-19.

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La demora media para las intervenciones quirúrgicas es de casi tres meses y medio, y más de mil pacientes tendrán que ser reevaluados. La directora asistencial del Servicio de Salud, Eugènia Carandell, anunció que se «retomará lo prioritario», las operaciones programadas preferentes, y se hará una revisión «de todo lo pendiente para decidir el orden». Durante el estado de alarma se han practivado operaciones urgentes y las no demorables, básicamente oncológicas, que se mantendrán, incorporando una tercer parte de las intervenciones programadas preferentes, aquellas operaciones «que no es cáncer pero que no es positivo demorarlas para la salud del paciente», explicó Fuster.

En cuanto a las especialidades, el plan contempla mantener las consultas urgentes y programadas no demorables e incrementar la actividad de las consultas externas en una tercera parte. También se aumentará en la misma proporción la actividad de los gabinetes. Fuster recordo que este plan es el marco general de actuación pero que «las gerencias tiene capacidad para modularlo», y adaptarlo a las características de cada isla. De hecho el gerente del Área de Salud de Menorca, Romà Julià, ya avanzó a «Es Diari» que citará a consultas externas a partir de este lunes con el objetivo de recuperar un 50 por ciento de actividad.

En la Atención Primaria se recupera la actividad programada para personas de más de 65 años, enfermos crónicos y pacientes de salud mental; los centros de salud retomaran una tercera parte de la actividad ordinaria pero se mantendrá el triaje por teléfono así como los circuitos especiales para patología respiratoria infecciosa. Las unidades volantes y los puntos covid-expres seguirán operativos.