El profesor Ildefonso Hernández en la Escola de Salut Pública del Llatzeret

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Menorca cumplía con los requisitos para formar parte del grupo de islas que empezarán antes el desconfinamiento. Así lo entienden expertos de la talla del epidemiólogo Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández y presidente del Comité de Políticas de la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública, que el martes, pocas horas después de que Pedro Sánchez anunciara el plan del Gobierno para la llamada desescalada progresiva, ofrecía una conferencia telemática en el Ateneu de Maó en la que mostraba su «sorpresa» por la exclusión de Menorca de los territorios avanzados. Incluso llegó a sospechar que se trataba de una equivocación. No lo es.

Hernández, que lideró la lucha contra la gripe aviar, explicó su sorpresa en una doble dirección. La primera es que a su entender cumple con los requisitos marcados, al tener una baja incidencia de contagios, un sistema de salud preparado y unas condiciones territoriales y sociales que hacen factible el control precoz y el seguimiento de los nuevos casos que puedan aparecer. La segunda es que en sus conversaciones con la presidenta del Govern, Francina Armengol, Menorca siempre había figurado como una isla prioritaria a la hora de empezar antes a avanzar hacia el desconfinamiento.

El epidemiólogo explicó que tras analizar someramente el plan de fases de desconfinamiento del Gobierno observó que «se parece muchísimo al plan que se había diseñado en Balears» y que contaba entre sus ideólogos con el doctor ciutadellenc Matías Torrent, quien además asesora a la presidenta del Consell, Susana Mora. «Daban por hecho que Menorca era la prioridad».

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Hernández señaló a algunos de esos requisitos generales que Menorca cumpliría, como la capacidad de prestar una atención sanitaria de calidad tanto para pacientes de covid-19, como para el resto, así como la de doblar o incluso triplicar las camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Otra de esas condiciones es que la Isla tiene una capacidad de detección de nuevos casos muy alta, que se puede realizar con eficacia el seguimiento de las personas con las que han estado en contacto los contagiados para evitar que el brote se extienda sin control.

La existencia de test generalizados para los sanitarios y de dos circuitos intrahospitalarios para los pacientes del coronavirus y el resto de pacientes son otros de los requisitos que Menorca cumple, dando por descontado un factor fundamental, el número de casos por cada 100.000 habitantes, un parámetro que «Menorca también cumple».

Hernández dejó a los más de 200 espectadores que siguieron por streaming su charla algunas reflexiones para ayudar a entender la dimensión del problema, como la referente a prolongación de las medidas de seguridad, más allá del confinamiento. «Las medidas de distanciamiento se van a tener que asumir como el ponerse el cinturón». En ese sentido recomendó a la población el uso de mascarillas y aseguró que «el virus ha venido para quedare, no se va a erradicar».