La playa de Sant Tomàs, en Es Migjorn Gran, quedó sin arena tras los últimos temporales de enero. Y la imagen muestra cómo se ha recuperado. | S.I.P.

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La Isla empieza a prepararse para el verano. Pese a presentarse de lo más atípico y con muchas incógnitas sobre la llegada de turistas, las playas han iniciado su puesta a punto, su particular deshibernación, para acoger a los menorquines una vez se permita ya bañarse en el mar.

En estos momentos, la limpieza de las playas se está ejecutando del mismo modo que en años anteriores «y con las mismas prestaciones que constan en el pliego de condiciones que han regido hasta ahora», explica la vicepresidenta y consellera de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera, Maite Salord.

No obstante, la ausencia de usuarios ha permitido una reorganización del servicio insular de limpieza de playas, en especial, en lo que se refiere a los tiempos.

Explica Salord que los trabajos de retirada de posidonia a primera línea de mar se han retrasado en torno a un mes y medio. En concreto, se ha aplazado del día 15 de marzo a principios de este mes de mayo. Esta decisión ha permitido «que la posidonia continuara haciendo barrera protectora para favorecer la regeneración», indica.

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Pese a ello, el servicio insular de playas ha seguido trabajando en otras zonas de las playas para ir preparándolas para el verano. «La gestión del litoral se lleva a cabo para disfrutar de su uso tanto para los residentes como para los visitantes, en cualquier época del año y la voluntad del Consell es que cuando se pueda ir, estén a punto para recibir usuarios», argumenta Salord, quien recuerda que la retirada de la posidonia solo se lleva a cabo en las playas urbanas, y nunca en las vírgenes.

Además, la ausencia de usuarios en el litoral menorquín ha permitido que el servicio insular de playas haya dedicado esfuerzos a otros trabajos en zonas de litoral que no son aptas para el baño y que, en temporada turística no se les puede dedicar tiempo. Asimismo, el Consell espera que si en verano la afluencia es menor a causa de la excepcionalidad del momento, el servicio podrá realizar limpiezas más profundas que permitan la retirada de plásticos.

Regeneración natural
Las playas de Sant Tomàs y Binibèquer quedaron muy afectadas tras los últimos temporales del pasado mes de enero. La arena desapareció. Pero su recuperación natural ha sido posible.

En el caso concreto de Binibèquer, el mar se llevó por delante la mayor parte de la arena y la dejó cubierta de montañas de restos de posidonia. Las actuaciones realizadas han consistido en la apertura de canales posibilitando la entrada de arena procedente del mar, retirada de posidonia y su depósito en la parte posterior de la playa para no sacar nada de arena del sistema e ir redistribuyendo las aportaciones procedentes del mar. Estas actuaciones se han realizado «con mucho cuidado durante un mes para no provocar alteraciones y estrés grave al sistema», concluye.
Algunos expertos, así como plataformas que tienen el ojo puesto en la actividad en el litoral se muestran contrarios a la retirada mecánica de la posidonia.